Hacia el año 600 A.C., el filósofo griego Tales de Mileto observo que,
frotando una varilla de ámbar con una piel o con lana, podía atraer
cuerpos pequeños. También había observado que si la frotaba mucho
tiempo podía causar el salto de una chispa.
Cerca de Mileto, (en la actualidad Turquía), se encuentra un sitio
arqueológico llamado Magnesia, donde en la antigüedad se encontraron
trozos de magnetita. Los antiguos griegos observaron que los trozos de
este material se atraían entre sí, y también a pequeños objetos de
hierro. La palabra magneto (en español, imán) proviene del lugar donde se descubrió.
¡Sí! así es... Desde aquellos lejanos años de la antigüedad que el
hombre comenzó a sorprenderse e interesarse en este complejo tema. En
esta foto se observa uno de los majestuosos efectos de la ponderada,
cara e inigualable ¡¡¡Electricidad!!!