EL CONSEJO DE GOBIERNO APRUEBA EL PROYECTO DE LEY DE SALUD DE ANDALUCÍA

Su objetivo básico es consolidar el sistema sanitario público asegurando los criterios de universalidad, solidaridad y equidad

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha aprobado hoy el Proyecto de Ley de Salud de Andalucía, cuyo objetivo básico es consolidar y reforzar el sistema sanitario público andaluz, asegurando los criterios de universalidad, solidaridad y equidad.

La elaboración del proyecto, que será remitido al Parlamento para su aprobación definitiva, ha sido cuidadosa y dilatada, buscando en todo momento el debate social, el diálogo y, en todo lo que ha sido posible, el consenso, con el objetivo de hacer perdurable en el tiempo una ley sobre un tema tan complejo y sensible como el de la protección de la salud de los andaluces.

El Proyecto pretende la superación de las desigualdades, la participación de los ciudadanos y la mejora permanente de la eficacia de la gestión sanitaria, al tiempo que supone un relevante salto cualitativo en el desarrollo de las competencias estatutarias andaluzas en materia de sanidad, con pleno respeto a la regulación básica del Estado en la materia y, en especial, a la Ley General de Sanidad de 1986.

El proyecto de ley introduce numerosas novedades en la gestión sanitaria andaluza, entre las que destaca la
universalización del derecho a las prestaciones sanitarias a todos los residentes en Andalucía, sin limitaciones a la accesibilidad por ninguna condición.

Carta de derechos

De otro lado, la ley diseña una completa carta de derechos de los ciudadanos que recoge los ya establecidos en la legislación general, reconoce otros como la libre elección de médicos especialista y centro hospitalario; el derecho a la segunda opinión y al acceso a la información relacionada con el estado de salud del enfermo; el derecho a una atención preferente para aquellos grupos específicos de personas que se reconozcan como grupos de riesgo y, finalmente, el derecho general al disfrute de un medio ambiente favorable a la salud.

La participación ciudadana en la gestión sanitaria cobra gracias a esta ley un notable impulso, consolidándose el papel del Consejo Andaluz de Salud, al crearse los Consejos de Salud para las distintas áreas territoriales, que se irán implantando en los distintos niveles de las instituciones sanitarias.

El Proyecto de Ley, además, define los criterios y principios generales de la actuación pública en materia de salud, regulando todos aquellos aspectos que tienen que ver con la autoridad sanitaria de los poderes públicos, la capacidad de intervención ante problemas de salud colectivos, incluyendo la potestad sancionadora en caso de actuaciones que pongan en riesgo la salud de la colectividad.

El Proyecto de Ley, que adapta la normativa andaluza a la legislación del Estado en materia de salud laboral, aborda igualmente una más completa delimitación de competencias entre las Administraciones autonómica y local. En este sentido, el nuevo texto abre nuevas posibilidades reales de participación de los municipios en las cuestiones sanitarias que les afectan, como la gestión de los centros --introduciendo la posibilidad de formas compartidas de gestión a través de consorcios entre la Administración autonómica y la local-- o la determinación de necesidades sanitarias en sus respectivos territorios.

Sistema sanitario público

En cuanto al nuevo enfoque de la ordenación sanitaria andaluza, el proyecto de ley establece la noción del sistema sanitario público de Andalucía, una red integrada por los efectivos del propio Servicio Andaluz de Salud (SAS), las empresas públicas de provisión de servicios sanitarios y los dispositivos sanitarios de las administraciones locales.

Asimismo, consolida un modelo regulador donde predomina la descentralización, la autonomía y la responsabilidad, reforzando el carácter integrador y de autoridad sanitaria de la propia Consejería de Salud, sobre la base de tres instrumentos estratégicos fundamentales: El Plan Andaluz de Salud, los contratos programa y la libertad de elección del usuario.

El proyecto, además, reafirma al Servicio Andaluz de Salud como como el principal organismo proveedor de servicios sanitarios de Andalucía pero con nuevos elementos que permiten mejorar sus capacidades de gestión, su eficacia y su eficiencia en la provisión de los mismos.

Igualmente, regula una ordenación territorial sanitaria más coherente con este nuevo esquema, potenciando el desarrollo del Área de Salud como elemento clave para la planificación y la organización de los servicios de Salud y de la Atención Primaria de Salud como núcleo fundamental y puerta de entrada del Sistema.

En cuanto a la colaboración de la iniciativa privada en relación con la sanidad pública, establece una clara delimitación entre ambos campos, reforzando el papel de la pública y acotando el campo de intervención privado a los servicios que en cada momento se determinen como complementarios. En este punto se han introducido nuevas formas de relación y de control, que hagan más transparentes las relaciones y que permitan su mejor adaptación a las nuevas exigencias de la Ley de Contratos del Estado.

Finalmente, el Proyecto de Ley aporta una mejor definición de las fórmulas de financiación de la sanidad, adaptándolas a las nuevas realidades fiscales y tributarias en nuestra comunidad. El Proyecto de Ley de Salud excluye expresamente cualquier mecanismo de copago por el uso de servicios y otras fórmulas de finaciación que puedan afectar al principio de equidad.