El Consejo de Gobierno ha aprobado, a propuesta de la consejera de Gobernación y Justicia, Carmen Hermosín, una modificación parcial del decreto 295/1995, de 19 de diciembre, por el que se aprobaba el Reglamento de Hipódromos y Apuestas Hípicas de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
Estos cambios normativos tienen como finalidad, por un lado, excluir de la aplicación del citado reglamento los requisitos exigidos para las instalaciones de los hipódromos y, en especial el de Pineda, en Sevilla, y, por otro, eximir del cumplimiento de la citada norma las apuestas hípicas de las carreras de caballos que tradicionalmente se celebran en la playa de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).
La nueva redacción de la disposición adicional primera establece que sobre dichas carreras sólo se podrán cruzar apuestas hípicas internas, a las que será de aplicación dicho reglamento. La organización y explotación de las apuestas corresponderá a la entidad que designe el Ayuntamiento de Sanlúcar, tras la celebración del correspondiente concurso público. También será obligatoria la constitución de la fianza prevista en la Ley del Juego y Apuestas, así como la autorización de la Consejería de Gobernación y Justicia.
Por lo que se refiere al Hipódromo de Pineda en Sevilla, el decreto autoriza la ampliación del plazo de adaptación reglamentaria tanto de sus instalaciones como de la entidad organizadora de las carreras, para evitar la posible clausura del hipódromo hispalense por no poder adaptarse a las previsiones de la actual normativa.
El decreto aprobado por el Consejo de Gobierno señala que los hipódromos andaluces en los que se realizan apuestas autorizadas antes de la entrada en vigor del vigente reglamento, como es el caso de Pineda, dispondrán de un plazo de cinco años para adecuar sus instalaciones a los requisitos exigidos para los de tipo "B", a excepción de las dimensiones mínimas de los terrenos y las pistas de las carreras.
Estos cambios en el actual Reglamento de Hipódromos y Apuestas Hípicas se producen por la necesidad de preservar y mantener las tradicionales manifestaciones hípicas andaluzas de Sanlúcar de Barrameda y del hipódromo de Pineda en Sevilla, con objeto de fomentar su pervivencia y reducir las dificultades de financiación de los costes de estos eventos deportivos.