El Consejo de Gobierno ha aprobado hoy el Proyecto Experimental de Prescripción de Estupefacientes en Andalucía, destinado a la dispensación de heroína con fines terapéuticos. El proyecto será remitido a la Agencia Española del Medicamento para iniciar su aplicación en Granada y La Línea de la Concepción (Cádiz), una vez que ya ha obtenido el visto bueno de los comités éticos de los hospitales de estas dos ciudades y logrado la autorización del Plan Nacional sobre Drogas.
Esta iniciativa, que la Junta comenzó a diseñar en 1998, tiene como principal objetivo confirmar científicamente si es viable la utilización de la heroína por vía intravenosa como alternativa a la metadona oral en el tratamiento de los drogodependientes. Para ello está prevista la realización durante nueve meses de un estudio comparativo entre ambas sustancias, con la participación voluntaria de 240 consumidores de heroína intravenosa que hayan fracasado previamente en al menos dos tratamientos. En esta situación se encuentran actualmente alrededor de 3.500 andaluces.
De acuerdo con las observaciones planteadas el pasado 3 de mayo por la comisión mixta del Plan Nacional sobre Drogas encargada de estudiar los ensayos clínicos con heroína, el proyecto de la Junta se coordinará con otras experiencias similares que se desarrollan en países como Suiza y Holanda. Asimismo, mantendrá la posibilidad seguir administrando heroína con carácter compasivo a aquellos beneficiarios que, una vez finalizado el ensayo científico, hayan mejorado su salud en términos generales.
El programa aprobado hoy pretende ser una respuesta al consumo ilegal de heroína, que lleva a los toxicómanos a cometer actos delictivos y a correr graves riesgos de infección por enfermedades como el VIH y las hepatitis B y C.
El ensayo, que incluye medidas específicas de apoyo psicosocial y actividades formativas y de inserción laboral, se realizará mediante la administración de dosis supervisadas y adaptadas a las necesidades de cada paciente.
Los tratamientos con heroína se han probado con éxito en Suiza y en Holanda. En el primero de estos países la experiencia ha demostrado tanto su seguridad como su repercusión sobre la mejora de la calidad de vida. En Holanda aún no ha concluido el ensayo, si bien las primeras evaluaciones realizadas apuntan a una mejora de la salud física y mental de los pacientes, así como a su paulatina integración social.