Conferencia de Orlando Figes. Pauline Viardot, embajadora musical europea

En primer lugar, quería agradecer la oportunidad que me brinda el Festival de Música Española de Cádiz, dedicado este año a conmemorar la figura de Pauline García Viardot, de ofrecer esta conferencia titulada "Pauline Viardot, embajadora musical europea". A lo largo de la misma, trataré de mostrar cómo Pauline Viardot (de soltera Pauline García), promovió de numerosas formas y a lo largo de toda su vida los ideales de una cultura profundamente cosmopolita, uniendo la Europa del siglo XIX de una manera tal  que hoy nos resultaría sin lugar a dudas imposible, o al menos utópica. Como cantante, compositora, profesora de música, anfitriona, mecenas, amiga y sobre todo, "promotora o agitadora" en general, inspiró importantes intercambios musicales entre destacados representantes de las muchas culturas nacionales de las que formó parte durante su extraordinaria vida.

Comencemos en agosto de 1836 con su debut en Lieja, en un concierto celebrado con ocasión del inicio de la temporada de carreras de caballos. Pauline tenía apenas quince años y el concierto fue organizado por Charles de Bériot, violinista belga y pareja de su hermana mayor, Maria Malibran (de soltera también García). María fue la cantante más célebre de su época, musa adorada por los románticos, y  moriría, tan sólo un mes más tarde, debido a las lesiones producidas por un accidente de equitación.

Este concierto marca el punto de inicio de su carrera por varios motivos: entre ellos la presencia en él de Giacomo Meyerbeer, quien defendería el talento y promovería la carrera de Pauline en la Ópera de París, apoyando a su vez su presentación ante los reyes de Bélgica,  los primeros de entre los numerosos miembros de la realeza que formarían parte de la nómina de amigos de Pauline. Pero quisiera destacar especialmente el repertorio de canciones en español que las hermanas García incluyeron en el programa, compuesto a su vez por arias de Rossini, Mozart, Cherubini o Donizetti,  los más celebrados compositores del momento.

No sabemos mucho acerca de estas canciones - en las críticas de la prensa musical de la época no se nombran al detalle, describiéndose sólo como "deliciosos aires españoles", etc.- Eran piezas de fiesta, interpretadas como bises y que sabemos de carácter popular, puesto que estas  partituras se vendían fácilmente.

Muchas de estas canciones habían sido compuestas por Manuel García, padre de Pauline y uno de los grandes tenores de su época, quien también fue un importante y prolífico compositor de óperas cómicas españolas y de música de baile, faceta ahora poco conocida.

Nacido en Sevilla en 1775, Manuel García había enseñado a sus hijas a cantar estas canciones españolas, habiéndolas subido al escenario desde muy pequeñas. Tras recorrer Europa y América, la familia se instaló en París, donde nació Pauline en 1821.  


CANCIÓN >> Esta es una de las canciones españolas más populares de Manuel García, “Bajelito nuevo”, interpretada por Teresa Berganza con José María Gallardo Del Rey. La hizo famosa María Malibrán y Pauline la interpretaba regularmente en su repertorio de conciertos.

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La música española era casi completamente desconocida en el norte de Europa en aquellos tiempos. España se consideraba una tierra "exótica" y era escasamente visitada por los viajeros, quienes comparaban Andalucía con África. ”Descubierta” por los franceses durante las guerras napoleónicas en la Península, nuestro país vecino había saqueado las colecciones de arte y el patrimonio del país, buena parte del cual acabó exhibiéndose en la Galería del Louvre.

Los románticos franceses sentían una especial fascinación por la España "exótica", entre ellos Alfred de Musset, quien se había quedado prendado de Pauline y probablemente le habría pedido matrimonio de no ser por la intervención de George Sand. George había sido amante de Musset, y  fue ella quien propuso a Pauline un marido mucho mayor, más estable y menos exigente, que además le ayudaría a continuar ascendentemente con su carrera.

Viardot era un respetado periodista de izquierdas, experto en arte y literatura española, traductor de Cervantes, y  mano derecha de Alejandro Aguado, banquero español enormemente rico, coleccionista de arte y mecenas de Rossini, quien durante la década de 1830 gestionaba el alquiler de la Ópera de París y del Teatro Italiano.

Viardot era el director del Theatro Italiano cuando conoció a Pauline en el año1839, año en que le contrata para la próxima temporada lírica. Se casaron al año siguiente y, casi inmediatamente, Viardot se retira de la dirección del teatro para convertirse en manager de Pauline.  Mujer independiente con una  fuerte y personal visión para los negocios, pronto sería la misma Pauline quien gestionaría su propia carrera.

El interés compartido por la cultura española fue nuclear en el matrimonio Viardot. Louis tenía una importante colección de arte español (que consiguió a un  precio exiguo gracias a su extenso conocimiento del mismo), obras que los Viardot exhibieron en una galería que construyeron expresamente para ello.

Pauline promovió la música española durante toda su vida, no solo mediante la inclusión de canciones españolas en sus conciertos, sino también mediante la creación de un estilo de improvisación de aire español en sus arias operísticas (hablamos de una época en la que las prima donnas lograban fama mediante improvisaciones virtuosas en las que  no guardaban un  respeto exacto ni fiel a las indicaciones de los compositores). Como pueden ver en esta fotografía de Pauline en el papel de Rosina de El barbero de Sevilla, la Viardot  llegó a vestirse con auténticos trajes españoles, estudiándolos para realizar minuciosamente el vestuario.

La Viardot también compuso canciones en español. Compositora de canciones y música de cámara desde su adolescencia, fue realmente a partir de la década de 1860, momento en que se retira de los escenarios y se muda a Baden Baden, cuando comienza a componer a mayor escala, firmando varias operetas y alrededor de unas hasta ahora catalogadas 200 canciones.

CANCIÓN >> Aquí pueden oir "Les filles de Cádiz", basada en un poema de Musset, una de sus Seis Mélodias, publicada en 1884. Cantada  por Cecilia Bartoli acompañada de Myung Whun-Chung.

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En la década de 1870, cuando los Viardot aún vivían en París, el conocimiento de Pauline de la música española convirtió su salón en sede informal de un destacado grupo de compositores franceses, entre los que se encontraban Saint-Saens, Fauré, Massenet, Bizet y Lalo, todos ellos miembros de la Societé Nationale de Musique, interesada por la música de la 'España exótica'.

Atraídos por la música española dado su enorme calado popular (durante la década de 1860, la danza y música folclórica españolas se habían convertido en componente estable de las óperas cómicas, vodevilles y cafés-conciertos celebrados en París), estos compositores buscaban a su vez las claves de una tradición popular `”auténtica” que se vinculara al sur de Francia y alejara de la influencia musical de Alemania, territorio detestado tras la derrota de Francia en la Guerra franco prusiana. El panlatinismo tomaba peso en Francia en este momento, en buena medida  como reacción al surgimiento del pangermanismo y el paneslavismo.

Saint-Saëns se inspiró en la música española que escuchó cantar a Pauline y escribió 'El desdichado' en 1871,  dúo dedicado a Marianne y Claudie, hijas de Pauline, escrito en verso en español y compuesto en forma de Bolero, tipo de baile que tomó fama en las capitales europeas de la época.

La Symphonie espagnole de Lalo (publicada en 1875) es en realidad un concierto para violín, compuesta para el violinista y compositor español Pablo Sarasate, un visitante habitual en las reuniones musicales convocadas por Pauline. La obra anterior de Saint-Saëns para violín y orquesta, Introducción y Rondo Capriccioso (compuesta en 1863), también estuvo dedicada al virtuoso español, cuyo papel en la difusión de la música española en Francia y Europa aún no se ha estudiado suficientemente.

Bizet también se sintió atraído por la música española aprendida con Pauline, especialmente por la Habanera, danza sincopada en 2/4 que llegó a España desde Cuba en el siglo XIX. La Habanera fue popularizada por el compositor vasco Sebastián Iradier, cuya obra "La Paloma", versión de  estilo folklórico sobre esta danza de 1860, fue  representada en todo el mundo hispánico.

Pauline fue sumando las canciones de Iradier a su extenso repertorio desde la década de 1850. Le escribía cartas solicitándole  nuevas partituras para poder presentarlas en las salas de conciertos. Bizet conoció a Iradier Fue a través de Pauline. La biblioteca musical de Pauline contenía muchas de las partituras del compositor vasco, y de ahí que Bizet tomó prestado  'El Arreglito' de Iradier para la famosa aria de su ópera Carmen ('L'amour est un oiseau rebelle'), asumiendo erróneamente que la obra era una canción popular original, en lugar de escrita por el compositor. Cuando Bizet tuvo conocimiento del plagio en que había incurrido, incluyó en las versiones posteriores de su partitura el reconocimiento de la autoría de Iradier.

La Habanera no fue la única aportación del círculo de Viardot a la ópera de Bizet. Louis Viardot asesoró a Bizet sobre literatura española, en particular acerca de la obra de teatro del siglo XVI de Guillén de Castro Las mocedades del Cid (basada en la leyenda medieval de "El Cid"), que Bizet utilizó para su ópera inacabada homónima.

Mientras tanto, Bizet se había familiarizado a través de Pauline con las óperas españolas de su padre, Manuel García. La Viardot tenía docenas de partituras inéditas de Manuel García. Una de las canciones de su ópera cómica El hombre disfrazado de sirviente (1804) era un palo andaluz, "Cuerpo bueno, alma divina". Esta obra sirvió de inspiración a  la famosa entrada al acto IV de la ópera de Bizet. En un álbum, Échos d'Espagne (publicado en 1872) se había publicado una versión muy editada de esta canción. Bizet la conocía, pero fue  Pauline quien le mostró el original ayudándole a recrear su carácter español.

El tercer miembro de la familia Viardot en París, el escritor ruso Ivan Turgenev, también participó en la Carmen de Bizet. Fue Turgenev quien remitió a los libretistas de la ópera, Ludovic Halévy y Henri Meilhac, la Carmen de Mérimée (una novela corta publicada en 1845)  persuadiéndoles, contra sus reservas iniciales, de que la historia podría ser una buena ópera.

Pauline había conocido al joven Turgenev en San Petersburgo durante la primera de las tres giras que realizó en el país entre 1843 y 1846. Turgenev se enamoró de ella y pasó la mayor parte de los siguientes veinte años acompañando a los Viardot por toda Europa, antes de establecerse con ellos en Baden Baden en 1863 y mudándose con ellos (habitó el último piso de la casa de los Viardot) cuando  regresaron a París en 1871. En Bougival, un agradable barrio junto al Sena donde los Viardot compraron una villa, Turgenev construyó una ' Dacha rusa en sus terrenos.

Turgenev habría seguido a Pauline a cualquier lugar. En sus palabras, o tal como dijo a sus amigos  “No podría vivir sin los Viardot, con ellos iría a Copenhague o Estocolmo, "las dos ciudades más aburridas del mundo" o ¡incluso a Australia!”

Por su parte Pauline estuvo interesada por la música rusa desde el inicio de su carrera. En sus actuaciones en San Petersburgo había causado una gran impresión cuando introdujo un  aire ruso muy conocido en la escena de la lección del Acto II de El barbero de Sevilla: su dicción en ruso era perfecta.

A través de Turgenev (y quizás a través de Liszt) Pauline llegó a conocer la música del gran “Grupo de los Cinco”- Balakirev, Cui, Mussorgsky, Borodin y Rimsky Korsakov - mucho antes de que se hiciera conocida en Europa occidental.

En sus frecuentes viajes a Rusia durante la década de 1870, Turgenev adquirió todas las principales partituras de los 5 enviándoselas a Pauline. Veintisiete de estas partituras terminaron en el Conservatorio de París, donde Pauline enseñó durante varios años (hasta que renuncia porque le pagaban menos que a los profesores varones, por supuesto no  mejores que ella). Las partituras rusas fueron estudiadas por Debussy, quien las conocería dado que se gradúa en este Conservatorio en 1879, año en que se marcha a Rusia como profesor de música y acompañante de Nadezhda von Meck, mecenas de Tchaikovsky.

Turgenev sentía una mayor inclinación por el joven Tchaikovsky,  que por los nacionalistas del Grupo de los 5. Tchaikovsky era un compositor europeo, formado en la Academia de San Petersburgo de influencia alemana, y no un nacionalista ruso. Fue el clasicismo de Tchaikovsky lo que atrajo a Turgenev, cuyo credo artístico se fundaba en que el carácter nacional debía estar basado en formas europeas.

Turgenev puso especial empeño en buscar la música de Tchaikovsky en sus visitas a Rusia. Quedó particularmente impresionado por los Seis romances, op. 6, que escuchó interpretar en un concierto en Moscú en 1871. Envió esta música a Pauline, a y ella la introdujo en su repertorio de conciertos popularizándola en Francia.

Durante el verano de 1874, estando en Rusia durante otro viaje, Turgenev envió a Pauline un arreglo para piano del poema sinfónico de Tchaikovsky, Romeo y Julieta, que ella interpretaría en los recitales públicos de piano que ofrecía y por los que en aquel momento era más conocida en París .  Pauline se había formado como pianista con Liszt, y es posible que ella, en otras condiciones, hubiera escogido de motu propio la carrera de pianista  en lugar de la de cantante.

La “opinión pública”  rusa se volvió  hostil hacia Pauline cuando Turgenev abandonó definitivamente Rusia. La acusaron de privar al país de su gran escritor, de corromperlo, reteniéndole en Europa mediante su maligna influencia. Sin embargo, en realidad, Pauline fue una gran promotora  de la música rusa en Europa.

Animada por Turgenev fue embajadora de todas las artes rusas, y compuso más de cincuenta canciones con letras de los grandes poetas de Rusia, como Pushkin, Lermontov, Fet y Turgenev, quienes  fueron beneficiados por esta importante colaboración con Pauline. Ella también fue quien arregló y pagó la publicación de estos álbumes rusos en San Petersburgo, editados entre 1864 y 1882 en varias colecciones. Más tarde  se publicarían en alemán, con traducción de Friredrich Bodenstadt, el traductor preferido y escogido por  Turgenev
para sus propias obras en Alemania.

Lo que más sorprende de estas canciones es su sonido y carácter  natural en ruso: podrían haber sido compuestas por una rusa nativa en lugar de una mujer francesa de ascendencia española. El fraseo musical y el ritmo están perfectamente sincronizados con el significado de las palabras, resultado sin duda de la estrecha colaboración entre Turgenev y Pauline.

CANCIÓN >> Aquí pueden escuchar una de estas canciones rusas, "Dlia beregov otchizny dal'ney" (A las costas alejadas de la patria) ambientada en un poema de Pushkin. Lo canta Ina Kanchev acompañada por Liudmil Angelov.

https://www.youtube.com/watch?v=_X-gSG2enC4

Pauline compuso canciones con letras en alemán, francés, italiano, español y ruso. En cada caso supo hacer sonar el alemán, francés, ruso de forma natural... componiendo en cada idioma nacional sin que cupiese ningún aspecto de imitación o de pastiche. Fue una compositora europea.

El papel de Pauline como embajadora musical europea no fue un accidente debido a su lugar de nacimiento o biografía. No creo que haya tenido nada que ver con la fascinación propia del siglo XIX por la música exótica: el bolero español, las canciones populares rusas, los bailes húngaros, etc. Su internacionalismo se basaba en la  profunda creencia de que la música, como todo arte, no tiene fronteras nacionales, ni puede ser reclamada por ningún estado-nación o causa nacionalista, sino que, más bien muy al contrario, la creación artística se enriquece a través de la fertilización cruzada que atraviesa las fronteras nacionales.

En un momento como el actual en que la unidad cultural de Europa se ve  amenazada por las fuerzas nacionalistas que se esfuerzan por erigir nuevas fronteras, su vida puede servir como símbolo  de la fuerza unificadora del arte.


Gracias,

Orlando Figes
 

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