Hace ya años que no nos planteamos la siguiente pregunta: ¿qué hacen los belgas para renovar constantemente las artes escénicas? Simple y llanamente: ahí están y el Teatro Central no va a privarse, ni privar a sus espectadores de esa fuente de inspiración permanente.
Esta temporada vuelven los amigos de Peeping Tom, colectivo que aunque esté encabezado por un francés y una argentina, producen, trabajan y viven en Bruselas. No es fácil definir a Peeping Tom, su estilo artístico. ¿Es teatro bailado?; ¿Es danza teatralizada?... Lo que sorprende y es fácil de constatar es que en sus innumerables giras internacionales acumulan infinidad de premios sin importar que sean de teatro o danza.

En definitiva lo que está claro es que querer definir el trabajo de Peeping Tom no nos conducirá más que al fracaso. Dejémonos llevar pues por ese caleidoscopio en el que, a veces, nos encontramos con sobresaltos de auténticos ilusionistas, subidas de tensión de sus músicas, sus gestos, sus palabras, toda esa trama tan finamente tejida que nunca llega a deshilacharse.
Llega ahora Vader, la nueva creación del colectivo tras su extraordinaria trilogía o 32 Rue Vanderbranden y A louer. Vader, (padre en flamenco), es ese anciano recluido en un extraño
asilo en el que la rutina diaria sólo se rompe gracias a la irrupción de sueños olvidados, de deseos insatisfechos y también de nostalgias y pesares. Drama universal del tiempo que pasa irremediablemente, que es pasado. Un drama que Peeping Tom nos traslada con su habitual
poesía e invención utilizando diferentes lenguajes: el de la imagen, el del cuerpo, el de las palabras... En definitiva Peeping Tom, fieles a sí mismos, vuelven para invitarnos a transitar por su sugerente e inimitable mundo. 

Consultar programación completa de la Temporada 2014-2015 del Teatro Alhambra en: http://goo.gl/U7Eu15

Participa a través de twitter:
#VenAlAlhabra