El cante flamenco del siglo XXI sigue siendo el de siempre. El tiempo pasa y hace que vayan cambiando algunas cosas, si bien el cante, y sobre todo el de mujer, sigue fiel a sus orígenes y su desarrollo. Como ejemplo de ello, Lela Soto y Mari Peña. Dos estéticas diferentes. Dos escuelas geográficamente identificadas, Jerez y Utrera, tierras cantaoras por excelencia. Pero, además, pertenecen a familias de excelsos abolengos. Quizás por ello también son diversas y complementarias las sonantas que las acompañan: Pedro María Peña y Antonio Moya. Una delicia de encuentro para amantes del flamenco de ayer, de hoy y de siempre.