Este taller propone un camino por cinco realidades textiles distintas y sin embargo complementarias. Cada sesión está inspirada por un cuerpo específico: de la red al hatillo, pasando por el sudario, el refugio y los tejidos internos. El movimiento irá de dentro a fuera, de la observación de las esencias más íntimas, a la exploración libre de los paisajes, cualidades e imaginarios que se desvelen  de cada material. La intención de este impulso textil será practicar una serie de formas escultóricas que, a partir del diálogo entre nuestros cuerpos y los tejidos, produzca formas en continuo movimiento. Un espacio de observación y práctica artística guiado por el deseo de esos cuerpos hechos de nudos, tramas, fibras, texturas, colores, donde aprender lo que su existencia revela acerca de la nuestra. Y que nuestro principal órgano de percepción sea la piel: entender en el tocar, mover en el roce.

Ciertos tejidos requieren de soledad identitaria, otros nos enlazan en el binarismo recíproco del dar o recibir y otros hacen comunidad. La fuerza arquetípica de los tejidos, del tejer o de la indumentaria, conecta con el tacto y este con crear comunidad, una comunidad silenciosa y atenta, donde la pertenencia y la exclusión dejan de ser imposiciones externas y se convierten en decisiones personales.

Este taller es el detonante de una nueva investigación coreográfica de Roberto donde ahondar en la relación entre cuerpo y tejido. La tesis de Sonia Capilla "La vestimenta. Una historia entre modas y disidencias" ha puesto palabras a la curiosidad creativa de Roberto para comenzar a tirar del hilo de ese encuentro entre las identidades y el textil y abrir así, un lugar a la ternura silenciosa del acompañar y cuidar