Archivos de Andalucía

Junta de AndalucíaArchivos de AndalucíaEnlace al directorio institucional de la Cultura (en nueva ventana)

|

El documento del mes

                                        Anterior / Siguiente / Ver todos

Septiembre 2016

Corral de la Montería

"En la vida de la farándula del Siglo de Oro"

Código de referencia: ES.41003. AHPSE/1.1.2.1.1.1.// Protocolos Notariales, 5542 P

Título: Contrato en el que Juan de Morales renuncia a su compañía y pasa a entrar en la compañía de Antonio de Prado

Fecha: 27 de enero de 1632, Sevilla.

Nivel de descripción: Unidad documental simple

Extensión y soporte: 4 hojas. Papel.

Reglas o convenciones: ISAD (G), NEDA

 

Piedad Bolaños Donoso, doctora en Filología Hispánica

Universidad de Sevilla

 

Es cierto que el aprovechamiento de la documentación notarial como fuente imprescindible para el estudio del teatro del Siglo de Oro en Sevilla no es novedoso, dado que a finales del siglo pasado ya se empezaron a realizar grandes aportaciones desde la investigación llevada a cabo en el Archivo Histórico Provincial de Sevilla (Archivo Notarial). Pero el aprovechamiento de los datos, la lectura e interpretación, e incluso la referencia exacta para la localización del documento, ha cambiado mucho. Primero, porque el mayor conocimiento de otras fuentes nos proporciona un mejor contexto y nos facilita una cabal interpretación del dato recién descubierto. Segundo, la lectura e interpretación se realiza con un rigor superior, sin dejar de escrutar las más mínimas anotaciones marginales, ya que -en tantas ocasiones- están invalidando al propio documento. Tercero, hoy día seguimos aportando referencias exactas de documentos ya exhumados (pero no se nos aporta la localización) por ser imprescindible para otros investigadores que quieran corroborar el dato y extraer, del mismo documento, otras consideraciones que el primer investigador pasó por alto al no ser de su interés en ese momento.

La investigación en el Archivo se hace más o menos dificultosa según la naturaleza de nuestra investigación: a) si partimos de datos concretos y lo que necesitamos es ampliar el número de referencias a ese autor, nos valemos de los Índices de las veinticuatro escribanías (no siempre existen, bien porque no se han conservado o porque no se hicieron en la época). No es el método más recomendado pues, una vez que se ha localizado el documento, cuando lo buscamos en el Protocolo correspondiente no siempre se encuentra. Los motivos pueden ser de múltiple naturaleza, pero la realidad es que no lo tenemos. b) si por el contrario queremos apostar por lo novedoso, nos sometemos al paciente y lento trabajo de ir leyendo, hoja a hoja, los encabezamientos de cada uno de los Protocolos directamente, desechando aquellos que no están relacionados con nuestra investigación hasta llegar al relacionado con la farándula: todos los datos son válidos pues cada uno en su categoría aportarán una clase de información: biográfica, profesional, lugar de nacimiento, status social, repertorio teatral, y un largo, pero muy largo, etc. La casuística es muy variada lo que nos hace trabajar muy despacio y peinando sistemáticamente el mayor número de escribanos posible. El resultado es casi siempre positivo y dado el grado de movilidad y la no preferencia por ninguno de los escribanos sevillanos para realizar este tipo de actividad, los documentos sobre la farándula sevillana pueden estar en cualquiera de los miles de legajos que albergan estos Protocolos Notariales.

Para ejemplificar y poner en valor los documentos conservados en este archivo les referiré una estancia sevillana de Antonio de Prado, uno de los cofundadores de la Cofradía de la Novena madrileña, y que no olvidaría por los acontecimientos aquí ocurridos. Vino a cubrir parte de la temporada teatral de 1631/1632. Por circunstancias ajenas a su voluntad y por la presencia de otros buenos ‘autores de comedias’ (Juan de Morales Medrano, que trabajó en El Coliseo), no empezó a trabajar hasta el 19 de diciembre, fecha en la que firma el primer compromiso para representar en el corral de La Montería. Pero no es su vida profesional la que deseo destacar en estos momentos [Cfr. mi trabajo: “Antonio de Prado y su esposa Mariana de Morales”, Criticón, 99 (2007), pp. 167-192], sino su vida personal mucho más inusual y difícil de encontrar referenciada en unos documentos profesionales que, más allá de decirnos su lugar de nacimiento, poco más nos dicen de su vida personal. Antonio de Prado, viudo, casará en Sevilla con una hija de Juan de Morales Medrano y Jusepa Vaca, Mariana de Morales.

Juan de Morales, agobiado por las deudas, llegó a pactar el compromiso matrimonial de su hija Mariana pensando hacer un ‘buen’ negocio, no por lucro, sino por verdadera necesidad. Morales no estaba muy seguro de cuánto podía pedir por la “niña” y redacta, autógrafo, un hermoso documento en el que pide opinión, consejo, a don Antonio Hernández de Mendoza sobre las condiciones materiales del contrato que debe realizar.

 

Con estos documentos y en este año de 1632 se cierra un ciclo vital de dos grandes autores de comedias: Juan de Morales porque deja de ser ‘autor de comedias’ para pasar a ser un asalariado de su yerno; Antonio de Prado porque será la tercera y última vez que contraerá matrimonio. Y con respecto a Mariana Vaca decir cómo pasa de estar sometida a la voluntad paterna a las manos de su marido: no se puede decir que mejorara en nada su situación de sometimiento al varón, pues es lo propio de la sociedad del Siglo XVII.

Imagen: Planta y alzado del Corral de la Montería (Ministerio de Cultura, Archivo General de Simancas, MPD. 5-196).

W3C XHTMLW3C WAIW3C CSS