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Septiembre 2011

TESTAMENTO DE ISABEL RODRÍGUEZ, MUJER DE GONZALO GARCÍA, A QUIÉN SE APARECIÓ POR PRIMERA VEZ LA VIRGEN DE LA FUENSANTA

 

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AHPCO, Archivos de la Fe Pública, Notaría 14, Córdoba. 25 de enero de 1481.
Archivo Histórico Provincial de Córdoba:
C/ Pompeyos, 6 14003 CÓRDOBA.
Telf: +34 957 355 555 Fax: +34 957 355 566
e-mail: informacion.ahp.co.ccul@juntadeandalucia.es
  

 

La festividad de Nuestra Señora de la Fuensanta se celebra en Córdoba cada 8 de septiembre atrayendo al Santuario de su titular a miles de fieles, hecho este que se repite desde la primera mitad del siglo XV, momento en que encontramos el origen de dicha devoción.

Son varios los autores que han narrado la aparición de la Virgen, así como el posterior hallazgo de la imagen de Nuestra Señora de la Fuensanta, con ciertas diferencias entre ellos, especialmente en lo concerniente a la fecha de la aparición que unos sitúan en 1420 y otros en 1442, justificando estos últimos su teoría y aportando argumentos en contra de la primera fecha (como la coincidencia del 8 de septiembre en sábado que apuntan los relatos, hecho que no se produce en 1420 y sí en 1442, o la titularidad de don Sancho de Rojas como obispo de Córdoba, cargo que no ostentó hasta el año 1440), pero a pesar de ello la historia coincide en la mayoría de sus aspectos.

La aparición se produjo a un vecino de San Lorenzo, Gonzalo García, de oficio cardador, que tenía a su mujer enferma (tullida o paralítica según los autores) y a su hija loca, que al poco de salir por la puerta de Baeza, cerca del arroyo de las Piedras se encontró con dos hermosas mujeres y un mancebo, indicándole una de ellas que tomara un jarro de agua de una fuente cercana que le señalaron y su mujer e hija sanarían tras beber de ella; el mancebo ante su duda, le confirmó que hiciera lo que le decía la madre de Cristo porque él y su hermana Victoria le habían alcanzado ese favor de la Virgen, desapareciendo después. Tras esto volvió a la puerta de Baeza a comprar un jarro, que llenó en el lugar indicado, y su mujer e hija sanaron tras beber el agua.

La fama del agua milagrosa se extendió rápidamente, siendo muchos los vecinos que acudían con diferentes males y que sanaban tras beber del manantial; uno de ellos, un ermitaño de la Albaida, tras verse curado de su enfermedad, tuvo una visión en la que se le revelaba la existencia de una imagen de la Virgen en el interior del tronco de una higuera cercana a la fuente, puesto el hecho en conocimiento del obispo don Sancho de Rojas, éste ordenó cortar el tronco apareciendo la imagen tal y como había dicho el ermitaño. Esta imagen debía estar bastante deteriorada dando lugar a la realización de una nueva que posiblemente sea la que todavía hoy se venera en el Santuario.

Para dar culto a la Virgen se levanta en primer lugar un humilladero, sustituido al poco tiempo (1454) por otro mayor y un brocal para recoger el agua, que a fines del siglo XV (1494) son cubiertos y protegidos por una capilla gótica de planta cuadrada. A su vez la iglesia, parece que empieza a levantarse en 1450, estando terminada en 1454, si bien sería muy diferente a la que conocemos actualmente, ya que tuvo varias reedificaciones, la más profunda en 1649 que le otorgó su configuración actual, siendo probablemente la portada lateral lo único que permanezca de la primitiva iglesia, junto con la entrada a la antigua hospedería situada al otro lado del patio sufragada con los donativos de doña María, esposa del rey Alonso de Aragón que visitó el Santuario en 1455 para curar su enfermedad.

El documento que presentamos recoge el testamento de Isabel Rodríguez, la esposa de Gonzalo García, el cardador a quién se le apareció la Virgen, y la primera persona en sanar tras beber el agua de la Fuente Santa. El testamento está fechado en veinticinco de enero de 1481 lo que nos hace pensar que si en el momento de la aparición de la Virgen ya estaba casada, y con una hija de cierta edad, la fecha de 1442 puede ser más acertada que la 1420 para datar dicha aparición.
 

En el testamento, en el cual reparte sus bienes entre todos sus nietos, son dos las referencias que hace a los acontecimientos narrados. Al comienzo se identifica como mujer de Gonzalo García y hace una mención probablemente a la aparición, si bien el paso del tiempo ha dado lugar a la pérdida de un pequeño fragmento, quedando como sigue “…Isabel Rodríguez, mujer de Gonzalo García […] la virgen María en la Fuente Santa…”. En segundo lugar en el reparto de los bienes encomienda el cuidado de las reliquias de la Virgen del siguiente modo “…et mando las reliquias que yo tengo que parescieron en la dicha fuente santa al dicho Gonzalo García mi marido a Catalina López la serrana beata que mora a la Magdalena…”, lo que confirma el deterioro de la imagen original y la talla de una nueva.

El documento, pertenece al fondo de Protocolos Notariales, antiguo oficio número 14 de Córdoba, y está otorgado ante el escribano Gonzalo González, incluyéndose dentro del grupo de fondos de Archivos de la Fe Pública.

 

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