“El buen paño en el arca se vende”. Era ésta una frase que la realidad se ha encargado de desmentir. Tal vez en aquellos tiempos en que había un solo pañero en toda una ciudad, todo lo más dos o tres, era fácil saber cuál de ellos era el mejor y dónde encontrar el mejor género. Y ello valía, claro, para un buen tejido, para los mejores alimentos, para una excelente caballería o para el más templado acero.
Sin embargo, con el aumento de la población, con la aparición de las grandes urbes, con la actual sociedad global en que se puede adquirir cualquier producto en cualquier lugar del mundo desde cualquier otro, la frase inicial ha dejado de ser cierta. Por ello es tan necesario que los productos se “posicionen”, se den a conocer a través de los diversos medios de comunicación y soportes publicitarios. Si no, pocas personas llegarían a saber de su existencia.
Gracias a los archivos se puede estudiar la evolución de los mensajes de las instituciones a sus públicos, más o menos diversos, a lo largo de la historia. En este caso, con el fondo del Conservatorio de Música de Málaga se puede ver cómo se ha venido comunicando esta señera institución malagueña desde que se fundara en 1874 hasta casi nuestros días.
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