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El documento del mes

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Octubre 2012

Bartolomé Murillo y Justino de Neve

Autorretrato de MurilloRetrato de Justino de Neve

Código de referencia: ES 41003 AHPSE 1.2.1. Protocolos notariales, 13031

Título: Inventario post mortem y tasación de bienes de Justino de Neve

Fecha: 1685, junio, 28. Sevilla

Nivel de descripción: Unidad documental simple

Nombre del productor: Santa María Ybarra, Sebastián de, escribano público

Reglas o convenciones: ISAD (G), NEDA

Nota del archivero: Francisco Fernández López


Con motivo de la exposición “Murillo y Justino de Neve. El arte de la amistad” que entre el 9 de octubre de 2012 y el 23 de enero de 2013 organizará la Fundación Focus-Abengoa en su sede del Hospital de los Venerables de Sevilla, el documento de este mes de octubre lo vamos a dedicar a estos dos personalidades: Murillo y Neve. Para ello exponemos el inventario de bienes de Justino de Neve, donde aparecen hasta 18 cuadros del pintor.

Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682) era a mediados del siglo XVII el pintor más famoso de Sevilla; Justino de Neve (1625-1685), nacido en Sevilla de familia flamenca, era un culto y dinámico canónigo de la catedral sevillana. Entre ambos se estableció una relación profesional que pronto se transformó en auténtica amistad. Y de esa amistad nacieron algunas de las obras más bellas y ambiciosas pintadas por Murillo en las décadas de 1660 y 1670, cuando había alcanzado su plenitud como artista.

La amistad de Justino de Neve, desde por lo menos la década de los sesenta hasta la muerte de Murillo en 1682, fue clave para que el artista obtuviese uno de sus encargos más importantes: la decoración de la iglesia de Santa María la Blanca (1662-1665). Además, encargó al pintor sevillano varias obras para el Hospital de los Venerables Sacerdotes, y tuvo en su propia colección algunas de las obras más excepcionales del artista. Como canónigo, Justino de Neve obtuvo para Murillo el encargo de una serie de ocho tondos de santos sevillanos, una Inmaculada Concepción que todavía hoy en día decoran el techo de la Sala Capitular de la catedral y el Bautismo de Cristo que corona el retablo de San Antonio en la capilla del santo. Prueba de su relación de amistad, Murillo lo nombró ejecutor de su testamento.
 

Al morir en 1685, Justino de Neve poseía al menos estos dieciocho cuadros de Murillo, entre los que destaca el retrato que da testimonio de la amistad que unió al pintor y el canónigo en agradecimiento por haberle encargado los grandes lienzos para Santa María la Blanca.

El inventario de bienes de Justino de Neve, redactado el 28 de junio de 1685, inmediatamente después de su muerte, contiene unas ciento sesenta pinturas, una cifra considerable para no tratarse de una colección aristocrática. Ésta, junto con su biblioteca, integrada por libros de religión, historia y poesía, revela que era un hombre de amplios intereses culturales. En el inventario figuran varias obras explícitamente atribuidas a Murillo, concretamente dieciocho, así como un retrato del pintor (que no se le atribuye), lo que pone de manifiesto la fidelidad de Neve hacia él y su constante voluntad de apoyarle. Entre ellas estaban La Inmaculada Concepción (Prado), que pronto fue adquirida para el Hospital de los Venerables Sacerdotes, y el Retrato de Justino de Neve, que Murillo pintó en 1665 (National Gallery, Londres) como prueba de su amistad, añadiendo la inscripción obsequium desiderio pingebat (pintado con el deseo de regalarlo), así como pequeños cuadros devocionales sobre obsidiana, floreros y alegorías de las estaciones.

La colección se dispersó al venderse en almoneda pública en 24 de agosto de 1685. Esta venta de los bienes de Neve se conserva también en este archivo, en el mismo protocolo que el inventario. En dicha almoneda adquirió varias obras Gaspar Murillo, hijo del pintor. Otras fueron a parar a la colección de Nicolás Omazur (h. 1630-1698), comerciante flamenco que llegó a poseer más cuadros de Murillo que el propio Neve. El canónigo tenía pinturas sobre tabla, sobre piedra y sobre cobre, y una serie de cuatro miniaturas que después, en el inventario de la colección de Omazur, se atribuyen a Murillo y una de las cuales puede ser El sueño de San José.

BIBLIOGRAFÍA:

ÁNGULO ÍÑIGUEZ, Diego: Murillo. Sevilla, 1981
FALCÓN, Teodoro: “El canónigo Justino de Neve y la iglesia de Santa María la Blanca de Sevilla”. Laboratorio de Arte, nº 23. Sevilla, 2011. pp. 589-598
VALDIVIESO, Enrique: Murillo: sombras de la tierra, luces del cielo. Sevilla, 1991.
VV.AA.: Murillo y Justino de Neve. El arte de la amistad. [catálogo de la exposición]. Madrid, 2012.

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