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Promesas de matrimonio. Una decisión vital

 

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Marzo 2021

Promesas de matrimonio. Una decisión vital

AHPCO FRT_066_0019

 Fotografía de José Reymondo (1908). Fondo Romero de Torres, Carpeta 66-19.

 

Históricamente se ha dado mucha importancia a las promesas de futuro matrimonio. La legislación romana y visigótica reflejan el valor de la palabra matrimonial dada; por ejemplo en el Concilio de Ilíberis (384-399) se estipula la excomunión a quien faltase a la fe de esponsales. Tanto es así que dentro de los escasos derechos que la mujer ha tenido hasta tiempos recientes, se ha respetado la palabra dada por ella o a ella de matrimonio. Ese hecho ha tenido reflejo en numerosos pleitos de esponsales que analizamos en el documento destacado dedicado al Día de la Mujer.

Para evitar sorpresas indeseables existía un proceso para establecer el compromiso de matrimonio. Aunque en principio ese compromiso era rescindible, el incumplimiento de la promesa por parte de mujeres o de hombres, ha generado numerosos conflictos que a menudo han desembocado en pleitos judiciales. Por si no fuese poco el matrimonio alteraba las relaciones de “poder cotidiano” de varios hogares dado que la mujer dejaba de depender y obedecer a su padre, y a partir de ahora obedecer únicamente a su esposo. Como veremos los padres no siempre estaban de acuerdo en perder la ayuda de sus hijas en favor del futuro marido. El matrimonio por amor no era habitual, se trataba principalmente de buscar una pareja de similar extracción social y garantizar dote y arras suficientes para la futura vida en común.

En el Fondo Judicial de Rute, encontramos numerosos ejemplos de incumplimiento de esas promesas aunque nunca por parte de la mujer. Se trata de un fondo riquísimo que abarca el periodo 1560-1834, cuya fecha final viene determinada por la creación de los Juzgados de 1ª Instancia e Instrucción. Su documentación refleja de forma precisa la conflictividad social que existió en el municipio a largo del Antiguo Régimen tanto en el orden civil como en el criminal, además del propio funcionamiento de la administración judicial. Se estructura en tres grandes secciones o divisiones de fondo que son las de Civil, Penal y Gobierno. La serie más voluminosa es, con diferencia, la de testamentarías, muy relacionada con la de tutelas y curadurías. Ambas pertenecen al ámbito de lo civil, al igual que la serie de pleitos ejecutivos, que se originaban mayoritariamente por reclamaciones de dinero o de propiedades, y la de pleitos ordinarios o demandas entre particulares, en los que se aprecia gran diversidad de motivos, desde reclamaciones de deudas hasta incumplimiento de cláusulas en contratos de arrendamiento, pasando por apropiaciones indebidas de herencias, lesiones causadas por animales, daños en viviendas y otros. En el ámbito de lo criminal encontramos tres series que son las correspondientes a autos de oficio (los incoados a instancia de autoridad), querellas entre particulares y denuncias, estas últimas a cargo de alguaciles de campo y otras autoridades menores y siempre asociadas a multas. Entre las muchas causas que se detectan pueden citarse robos, homicidios, agresiones, estupro, injurias, escándalo público, tala o quema de árboles, tenencia ilícita de armas, etc. Por último, en el ámbito gubernativo se distinguen varias series como las de exhortos, requisitorias y certificaciones, todas ellas con escasa representación.

En este fondo encontramos dieciséis pleitos de esponsales (1784-1811) que siguen un mismo patrón.

Todo comienza con una promesa de matrimonio mutua entre una muchacha y un muchacho. Curiosamente en varios casos es la muchacha la que entrega alguna joya familiar al muchacho como prueba de su compromiso. Nada de anillo de diamantes y rodilla en el suelo como se presenta en las películas y series americanas. A continuación viene el conflicto. Por alguna razón, sea porque el padre no está contento con el novio, sea porque necesita la ayuda de la muchacha en la casa que perderían si se casase, o simplemente por pura cabezonería y egoísmo, decide negar la posibilidad de matrimonio a la hija.

En algunas ocasiones suponemos que los futuros contrayentes se rendirían en sus pretensiones, pero en otras, que han dado lugar a esta documentación, el novio decide entablar un pleito de esponsales. Para ello se dirige al Corregidor al que expone su caso. A continuación el Corregidor en compañía del alguacil se persona en la casa de la muchacha para confirmar los hechos. Si la respuesta es positiva, primará la voluntad de la muchacha sobre la imposición paterna y se concede la posibilidad de casarse.

Pero antes de organizar el matrimonio, la muchacha debe salir de la casa y quedar bajo la tutela de algún vecino o familiar, en cuya casa permanecería ese tiempo. Este hecho se denominaba “depósito de novia”. De hecho legalmente la mujer siempre se encontraba en una situación de minoría de edad bajo el control de su marido, esposo e incluso hijos.

Por otro lado, en el pleito de 1714 de Josefa Guerrero y Tenllado, viuda de Juan Sánchez de Montilla, con Lorenzo González sobre incumplimiento de promesa de casamiento, encontramos un caso muy distinto. Como bien es sabido, la virtud constituía uno de los pilares de la valoración de la mujer de modo que sus relaciones se debían limitar al marido y de no ser así, se generaba un problema de difícil solución para la mujer. En este caso, vemos como Lorenzo González, mozo soltero dio palabras de casamiento hacía ya más o menos tres años, a Josefa Guerrero. Durante ese tiempo había solicitado y galanteado muchas y diversas veces entrando y saliendo de su casa a horas desacomodadas pública y secretamente y en presencia de diferentes personas. Sin embargo un día desaparece sin cumplir dicha promesa y obligación con lo que Josefa quedaba difamada por las entradas tan continuas en las casas de su morada; por tanto exige al Corregidor que se detenga al susodicho Lorenzo en la cárcel pública de la villa de Rute y se embarguen sus bienes en tanto no se efectúe el casamiento.

A continuación se interroga a diversos testigos: Alonso Tejero define a Josefa como mujer honrada, honesta, recogida, de buena vida, fama y costumbres, por su parte Leonor González recuerda cómo las continuas entradas y salidas del dicho Lorenzo causaron a toda la vecindad mucho escándalo tanto que la justicia de esta villa lo saco un noche de las casas de la dicha Dª Josefa y lo llevaó a la cárcel pública. Todos los testigos sin excepción afirman que Lorenzo prometió matrimonio a Josefa por lo que el corregidor decide mandar una requisitoria a Loja donde probablemente reside el susodicho, para que lo apresen y embarguen sus bienes, hasta que cumpla con su promesa. En este momento os planteamos una cuestión: si bien es verdad que el tal Lorenzo, engañó a Josefa con falsas promesas ¿se casarían con un hombre o una mujer que no desea en absoluto ese matrimonio?

 

Documentos

Pleito de Josefa Guerrero y Tenllado, viuda de Juan Sánchez de Montilla, con Lorenzo González, mozo soltero, sobre incumplimiento de promesa de casamiento (1714). Caja 2137(18).

Pleito de Francisco Cordón conSebastián de Piedra, como padrede Luisa de Piedra, sobrecumplimiento del contrato deesponsales (1784). Caja 2354(3).

Pleito de Francisco Cordón con Sebastián de Piedra, como padre de Luisa de Piedra, sobre cumplimiento del contrato de esponsales (1787). Caja 2290(9).

Pleito de Antonio de Retamosa con Nicolás Gómez, como padre de Ana Gómez, todos vecinos del partido de Zambra, sobre cumplimiento del contrato de esponsales, y depósito de la dicha Ana en la casa de Cristóbal Pérez (1787). Caja 2290(10).

Pleito de Melchor Moscoso y Prado con Domingo de Lanzas, como padre de María Josefa de Lanzas, sobre cumplimiento del contrato de esponsales (1787). Caja 2290(13).

Pleito de Juan Alfonso Jiménez con Mateo Jiménez, como padre de Josefa Gutiérrez Casani, sobre cumplimiento del contrato de esponsales (1792). Caja 2290(31).

Pleito de Pedro Carrillo con Cristóbal María Navajas, como padre de María Josefa Navajas, sobre cumplimiento del contrato de esponsales, y depósito de mujer soltera en casa de Agustín de Aranda (1793). Caja 2290(40).

Pleito de Miguel García de la Nava con Juan Félix Casani, como hermano de Ana María Casani, sobre cumplimiento del contrato de esponsales (1795). Caja 2290(44).

Pleito de Juan García de Montilla con Francisco Carrillo, como padre de Luisa Carrillo Ramírez, sobre cumplimiento del contrato de esponsales (1797). Caja 2291(21).

Pleito de Juan Alonso García con Pedro Cano de Mendoza, como padre de Francisca Gabriela Mendoza de Lemos, sobre cumplimiento del contrato de esponsales y depósito de mujer soltera en casa de Antonio Retamosa (1797). Caja 2291(24).

Pleito de Bernardino Hariza con María Tomasa de Almoguera, como madre de Isabel García, sobre cumplimiento del contrato de esponsales, y depósito de mujer soltera en casa de Rosa Hariza (1797). Caja 2291(27).

Pleito de Juan Andrés de Arjona con Alonso Rodríguez de Luque e Isabel de Campos, como padres de Antonia Rodríguez de Campos, sobre cumplimiento del contrato de esponsales, y depósito de mujer soltera en casa de Juan Alfonso Jiménez (1797). Caja 2291(28).

Pleito de Juan de Lamas Campos con Teresa Jiménez Moyano, como madre de Francisca Cobo, sobre cumplimiento del contrato de esponsales, y depósito de mujer soltera en casa de Melchor Moscoso y Timotea de Lanzas, su mujer (1799). Caja 2291(31).

Pleito de Álvaro Cordón Bueno con Rafael Montilla Jiménez y María Inés Moreno Valverde, como padres de Isabel de Montilla, sobre cumplimiento del contrato de esponsales, y depósito de mujer soltera en casa de Francisco García Montilla (1799). Caja 2291(32).

Pleito de Cristóbal Sánchez con Antonio de Fuentes, alias Ropero, y Francisca Retamosa, como padres de Francisca de Fuentes, sobre cumplimiento del contrato de esponsales, y depósito de mujer soltera en casa de Luis Serrano y Mariana Sánchez, su mujer (1799). Caja 2291(33).

Pleito de Miguel Salamanca con Pedro Barrionuevo, como padre de María José Barrionuevo, sobre cumplimiento del contrato de esponsales, y depósito de mujer soltera en casa de Miguel Aguilera (1801). Caja 2291(42).

Pleito de José Pérez Molina con Francisco Morales como padre de María de los Dolores Morales sobre cumplimiento del contrato de esponsales, y depósito de mujer soltera en casa de Francisco José García (1811). Caja 2292(46).

 

Bibliografía:

Baldellou Monclús, Daniel. "Pleitos e infrajudicialidad en los matrimonio aragoneses en el siglo XVIII. Los procesos por esponsales y estupro." (2016).

Candau Chacón, Mª Luisa. "Entre lo permitido y lo ilícito: la vida afectiva en los Tiempos Modernos." Revista electrónica de Historia Moderna 6.18 (2009).

Costa, Marie. "La problemática de las promesas de matrimonio en Barcelona: 1776-1833." Pedralbes: revista d'història moderna (2008): 553-584.

Sánchez Herrador, Miguel Ángel. "Taller de historia “La mujer tutelada” del Archivo Histórico Provincial de Córdoba: la dimensión educativa y social del archivo." Revista Tria 21 (2017): 139-173.

Sánchez-Herrador, Miguel Ángel. "Testamentarías, mucho más que una serie." Revista TRIA 22 (2018): 203-224.

 

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