La Navidad es una de las festividades más importantes del cristianismo, y de la sociedad occidental en general. Aunque la Biblia no indica ninguna referencia cronológica sobre el acontecimiento que se celebra el 25 de diciembre, el nacimiento de Jesús, así es asumido por la Iglesia católica, la anglicana, algunas comunidades protestantes y varias Iglesias ortodoxas.
Lo cierto es que el 25 de diciembre coincide con la celebración en época romana de las fiestas dedicadas a Saturno, dios del tiempo, dios superior, progenitor de los dioses, quien da la vida y la quita; estas fiestas estaban relacionadas con el comienzo del solsticio de invierno. Durante el Imperio romano, las saturnales se iniciaban el 16 de diciembre y seguían durante la semana del solsticio.
Las Administraciones Públicas han de ejercer una variada serie de funciones vinculadas con la celebración de la Navidad: el control de las celebraciones y espectáculos públicos, la organización de loterías y rifas, la seguridad que han de tener las manifestaciones públicas en las calles (cabalgatas, campanadas del 31 de diciembre), el uso de petardos, el control sanitario y de calidad de los productos alimentarios típicos de estas fechas, entre otras muchas cosas.
Los documentos que se producen por la Administración, conservados en los Archivos, sirven para conocer cómo se ha celebrado la Navidad con el paso del tiempo y cuáles son los cambios que se han ido produciendo.
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