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Documento destacado Febrero II 2021

 

 

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Febrero 2021 - II

 

El exemplo de Carlos IV en su lucha contra la pandemia de la viruela.

 

CarlosIV_AHPCO_8375_Car6_0001r

Real Cédula de Carlos IV de 24 de enero de 1799, sobre la inoculación de la vacuna de la viruela en Casas de Expósitos,

Hospitales y demás instituciones de la Real Munificencia. AHPCO, Fondo Romero de Torres, Caja 8375, car6.

Consulta del documento completo.

 


La viruela es una enfermedad eruptiva, grave y extremadamente contagiosa. La produce un virus de la familia pox (pústula) y su único reservorio es el hombre sin que existan portadores asintomáticos. Su origen es incierto. Algunos historiadores aseguran que apareció cuando el hombre asumió la agricultura como fuente principal de alimentos y su vida se volvió sedentaria, hace unos 10.000 años, y que fue identificada en China durante la dinastía Cheu, unos 1.100 años antes de nuestra era. La primera epidemia registrada fue la que tuvo lugar en la guerra entre egipcios e hititas en el 1350 a.C. El obispo Mario de Avenches (Suiza) en el siglo VI fue quien le dio su nombre, y al-Rhazi (Rhazes, 850-923) , destacado médico árabe, la describió detalladamente por primera vez en el siglo X en su obra: De variolis et morbilis comentarius. Posteriormente los intercambios comerciales, las conquistas, las guerras y las migraciones se encargaron de difundirla. Periódicamente ha asolado poblaciones, con tasas de mortalidad que han llegado a alcanzar un 30% de los pacientes infectados.

A finales del siglo XVIII, Edward Jenner desarrolló una vacuna para esta enfermedad, y tras continuas campañas de vacunación, en 1980 se dio por erradicada. Jenner había observado que las mujeres que ordeñaban vacas presentaban unas pequeñas heridas en la piel, producidas por el virus de la viruela de las vacas, quedando protegidas de las graves secuelas de la enfermedad causada por el virus de la viruela humana. En 1796 publicó esta observación que en poco tiempo se difundió por toda Europa.

En 1788 Carlos IV sube al trono e intenta mantener el espíritu ilustrado de su padre con destacados representantes como Saavedra, Jovellanos y Urquijo, así como la herencia de la tradición reformista: el impulso a la reforma de la educación superior y el apoyo a los científicos. Con objeto de renovar España, había puesto su atención en las aulas, los laboratorios, la historia natural y las expediciones. Los nuevos paradigmas científicos serán la observación y la descripción para mejorar la explotación de los recursos. El conocimiento científico se concibe como una nueva fuente de desarrollo y riqueza.

En este contexto situamos la predisposición del monarca a atajar problemas sociales como la viruela utilizando para ello los conocimientos científicos. Además la propia familia real sufre los estragos de la enfermedad pues la infanta María Luisa y el hermano del Rey se contagian.

Por aquellos años, la Medicina había puesto su mirada en la inoculación como remedio para algunas enfermedades. Carlos IV sumaría España a esa corriente vacunadora. Para ello como veremos puso en marcha dos proyectos, de un lado la vacunación en la Península, y por otro la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna para llevarla a América y Asia.

Para la consecución del primer proyecto publica una Real Cédula, que es nuestro documento destacado, con la que intenta que se inocule la vacuna de la viruela a la población. El primer escollo era superar la oposición popular como sucede aún hoy en día. Para ello recurriría a la vacunación de la propia familia real. La reciben los infantes Don Carlos y Don Francisco dado que ese es “el medio más probable de disminuir los riesgos de una calamidad que casi se ha hecho inevitable.” Se apoya en el dictamen de su primer Médico de Cámara, Francisco Martínez Sobral. La administración de la vacuna recaería en los Cirujanos de Cámara, Antonio Gimbernat e Ignacio la Caba. Posteriormente y una vez probada su eficacia en los infantes, la vacunación se pondría en práctica en “los Hospitales, Casas de Expósitos, Misericordia, y demás que inmediatamente depende de su Real munificencia.” En definitiva busca sin tener que obligar a sus vasallos que el exemplo de la familia real, “se adopte generalmente, y puedan disminuirse los desastres que tan comúnmente causa esta calamidad en sus dominios.”

La otra gran empresa contra la pandemia de la viruela fue la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna. Los médicos Francisco Javier de Balmis y Berenguer, y José Salvany, pusieron en marcha una expedición con objeto de transportar la vacuna desde España hasta América y Filipinas. Se trató de la primera expedición sanitaria internacional de la historia.

El miércoles 30 de noviembre de 1803 partía desde el puerto de La Coruña, la corbeta María Pita, de doscientas toneladas. Su itinerario la llevaría por Canarias, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, México, Filipinas y, finalmente China.

Los objetivos de la misión eran vacunar gratis a la población, enseñar a preparar la vacuna antivariólica en los dominios ultramarinos y organizar juntas municipales de vacunación para llevar un registro de las inoculaciones realizadas y mantener suero con virus vivo para tratamientos futuros. Además Balmis llevó a cabo un trabajo de divulgación sanitaria con la distribución de miles de ejemplares de libros sobre la enfermedad.

El otro destacado médico de la expedición fue Salvany estaba encargado de distribuir la vacuna por el interior del continente americano. Por desgracia muere en Cochabamba de mal de altura o de su tuberculosis.

Posteriormente en España se realizarían otros intentos de vacunación de menor entidad. La escasa entidad de la administración sanitaria, la imposibilidad e inexistencia de voluntad para organizar una estructura de servicios preventivos eficaz, así como cierta oposición popular, podrían explicar ese fracaso.

 

Bibliografía

DÍAZ, Omar. La viruela y el hombre. Más allá del humanismo médico. Dendra médica: revista de humanidades, 2011, vol. 10, no 1, p. 21-39. Disponible en web http://www.revistadehumanidades.es/revista/v10n1/La_viruela_y_el_hombre.pdf [consulta 20 de febrero de 2012].

TUELLS, José; TORRIJOS, JL Duro. Las Reales viruelas, muerte e inoculación en la Corte española. Vacunas, 2012, vol. 13, no 4, p. 176-181.

 

 
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