La actividad industrial sevillana de principios del Siglo XX, lejos de lo que pueda creerse, era un fenómeno nada despreciable. La industria abarcaba un amplio espectro de ofertas que se fueron originando entre otras, por la necesidad doméstica de la propia ciudad y su hinterland, como es el caso que nos ocupa, la Fábrica de Vidrio de la Trinidad. Para este momento de comienzos del nuevo siglo, la ciudad inició un ritmo de crecimiento muy superior al del siglo anterior, lo que fue acompañado del incremento de fábricas y , en consecuencia del suelo industrial.

 

Muchas de estas nuevas fábricas seguían estableciéndose en el casco urbano de la ciudad, sobre todo en su mitad norte, aunque la tendencia dominante comenzó a ser ahora la de ubicar las nuevas industrias, sobre todo aquéllas de grandes dimensiones, en las afueras, inclusive separadas del núcleo poblacional, creándose una serie de pequeños ejes industriales. Concretamente en la periferia norte de la ciudad (el núcleo Macarena-Miraflores) estaban emplazados hasta veintiseis establecimientos distintos, conformándose la Avenida de Miraflores, lugar donde se ubicó la Fábrica de la Trinidad.

 

A pesar de esta expansión demográfica en torno a los núcleos industriales o fabriles, donde surgieron numerosos de los barrios que conocemos actualmente, el poder municipal nunca hizo suyo el problema de la vivienda obrera, favoreciendo con ello a los propietarios urbanos. Hubo que esperar a 1919, cuando el Real Patronato de Casas Baratas acabó de construir el primer grupo de viviendas, dando lugar a la Barriada Retiro Obrero, en torno a la Fábrica de la Trinidad. Este núcleo poblacional de la zona norte surge en la Calle Industria y se expande por toda la Avenida de Miraflores.

 

En concreto, la Fábrica de la Trinidad fue fundada coincidiendo con el inicio del nuevo siglo, en el año 1900, por Luis Rodríguez Caso. Éste, fue también el principal promotor de la Exposición Iberoamericana celebrada en Sevilla en 1929.

 

Su producción industrial se inicia en 1902, y es la primera fábrica que introduce en España la fabricación de vidrios imprimes, técnica que marcaba el vidrio de caracteres gráficos etc. Se trataba de una empresa privada dedicada a la fabricación de objetos de vidrio.

 

La fábrica de vidrio “La Trinidad” es una de las industrias fundadas a principios del Siglo XX que se ha mantenido como industria artesanal del vidrio soplado y la única que ha existido en Andalucía hasta su cierre definitivo en 2007, año en que también se produce el último ingreso de documentación relativa a la fábrica en el Archivo Histórico Provincial de Sevilla.

 

Mediante las fotografías expuestas podemos conocer tanto el aspecto exterior de la fábrica como algunos detalles del proceso de fabricación del vidrio, así como también el resultado final del empleo de este técnica. La fábrica de la Trinidad ocupa una amplia parcela delimitada por varias calles, siendo la principal la Avenida de Miraflores, por donde se accede a ella.

 

Se compone de un conjunto de construcciones, fruto de sucesivas intervenciones y, exteriormente, podemos diferenciar varias naves y niveles que tienen como característica común, una estructura a base de elementos de ladrillo que se refuerzan, en algunos casos, con elementos metálicos que se forjan con viguetas metálicas y bovedillas tabicadas, acabando con una capa de hormigón en el nivel superior. Aunque quizás, lo que más caracteriza a la fábrica de su conjunto es la chimenea, levantada en la fachada de acceso.