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Marzo 2016

 

Antonio Perea Sánchez. El imaginero que talló a Jesús Despojado

Mario Sánchez Álvarez

Investigador 

Código de referencia: ES.41003. AHPSE/1.1.3.8.1.1.4//Prisión Provincial de Sevilla, 21622

Título: Expediente del interno Antonio Perea Sánchez

Fechas: 1953-11-04/1953-12-23. Sevilla

Nivel de descripción: Unidad documental compuesta

Extensión y soporte: 1 hoja [folio]

Reglas o convenciones: ISAD (G), NEDA

 

El imaginero Antonio Perea Sánchez (1911-1998) quizás no destaque en la Semana Santa de Sevilla por su prolífera producción. Tras el inicio de la Guerra Civil, y en unos momentos de máxima producción por la pérdida de imágenes en la contienda o por la creación de nuevas Hermandades, únicamente talló un titular para la Cofradía de Jesús Despojado. Esta imagen pudo salvar la vida del imaginero tras los sucesos que rodearon su biografía.

Destacamos el Expediente del interno Antonio Perea Sánchez, perteneciente al fondo documental de la Prisión Provincial de Sevilla. En este expediente se describe la segunda detención por delito común, no obstante se trata de un expediente incompleto, falta la primera detención. Para comprender los acontecimientos que llevaron a Antonio Perea a esculpir la imagen de Nuestro Padre Jesús Despojado en las instalaciones de la cárcel debemos retrotraernos a su pasado.

Los primeros pasos profesionales de Antonio Perea fueron como trabajador en la Fábrica de Artillería en 1926(1). Comenzó en la escuela de aprendices y más tarde ejerció como delineante. En esta etapa pondría en práctica su faceta de dibujante que posteriormente le ayudaría en su producción artística. Aunque su futuro profesional era estable, prefirió cambiar de actividad pasando a ejercer de electricista. Una decisión poco comprendida entre sus compañeros ya que aunque salarialmente sus emolumentos se elevaran, bajaba unos escalones profesiones dentro de la escala social. En aquella época nuestro personaje ejerció de tercer vocal en la directiva del Sindicato de Trabajadores del Estado, afiliación afín a una posible fusión con la UGT que no llegó a producirse por el estallido del golpe militar.

El 10 de agosto de 1936 es detenido tras ser denunciado por el dueño de un puesto del barrio de Santa Catalina, esgrimiendo que había participado en las barricadas de San Marcos. Habiéndose escondido en las huertas de los alrededores de la ciudad en los días posteriores de la toma de la ciudad(2), finalmente es trasladado a la Prisión Provincial, en concreto al cine Jauregui, cárcel habilitada dependiente de La Ranilla. En su declaración niega los hechos denunciados. Los vecinos informan de sus antecedentes sociales, acusándolo de sujeto peligroso y marxista. Entre las personas consultadas que declararon se encontraba el futuro hermano mayor de la Cofradía de Jesús Despojado, José Laborde Foyo, antiguo componente de la directiva de la Agrupación de Comerciantes de Tejidos(3) y vocal de la Federación de Empresarios Andaluces(4). José Laborde en un primer momento fue reticente a realizar una manifestación positiva hacia el detenido debido a las connotaciones políticas de las acusaciones. Posteriormente habla en su favor. La única relación con el encausado fue por la realización de una talla para la Iglesia de San Marcos, la Virgen de los Dolores, bendecida a finales de diciembre de 1936 por el coadjutor Francisco Terrones(5). Actualmente no se sabe el paradero de dicha imagen, aunque hay documentos fotográficos del acto de la consagración.

Durante ese periodo Perea Sánchez estaba realizando trabajos forzados en el Sector Sur de la antigua Exposición Ibero – Americana del 29 (actual Campus Universitario en la Avenida de Reina Mercedes). Al no presentarse a trabajar en la Fábrica de Artillería durante los primeros días del alzamiento militar, es despedido por incumplimiento del Bando de Guerra dictado por el General Queipo de Llano. A finales de mayo es detenido por la Auditoría Militar siendo trasladado a la Prisión Provincial el 1 de junio de 1937, como indica en la orden de entrada de otros presos(6). Anteriormente describimos que esta primera detención no se refleja en el expediente personal del imaginero quizás por el extravió cuando se volvió a archivar tras la certificación del tiempo que estuvo en prisión para solicitar su indulto al llegar la democracia. También hay constancia de su permanencia en La Ranilla al preguntar la Delegación de Orden Publico por su situación penal(7). Durante ese tiempo en las dependencias de la penitenciaria talla la imagen de Jesús Despojado, por la relación con el futuro hermano mayor de la Hermandad, José Laborde Foyo. Su cambio de actitud vendría dado por las influencias de su hijo José Laborde González, uno de los principales responsables de la fundación de la Corporación.

 A finales de septiembre es condenado a 14 años por el delito de Auxilio a la Rebelión Militar. Entre los presos sentenciados en el mismo Consejo de Guerra, se encontraba Juan de Dios Creagh, empleado de correos que en agosto de 1932 telegrafió a la capital madrileña propiciando el fracaso del golpe militar del General Sanjurjo contra la República. Ante estos antecedentes, y en el inicio de la Guerra Civil, Creagh fue apresado y condenado a la pena capital. Dicho personaje tiene gran interés. Según testimonios orales se considera el modelo que siguió Perea para tallar la imagen de Jesús Despojado(8).

 En 1940 Perea Sánchez ingresa en la Colonia Penitenciaria de Dos Hermanas, trabajando en el trazado de la planimetría del Canal del Bajo Guadalquivir. Por su cualificación técnica no realiza trabajos forzados como la mayoría de los presos, llegando a tener una gran consideración entre los responsables del Campo de Trabajo al realizar pequeñas esculturas. Un año más tarde es puesto en libertad al conmutarle la pena, comenzando a trabajar para la Industria subsidiaria aeronáutica abriendo un taller de fabricación de piezas. Desgraciadamente en 1953, cuando su pequeña industria de vaciado y fundición de piezas comienza a ir mejor, es nuevamente detenido con la totalidad de los empleados de su taller. Una cuestión personal de uno de sus trabajadores conlleva el traslado a la prisión de La Ranilla al ser señalado por un delito de máxima gravedad que había sido cometido por otra persona. Por mandamiento del Juzgado de Instrucción nº 6 de Sevilla ingresa el 4 de noviembre de 1953 para ser puesto en libertad el 23 de diciembre. Entre los detenidos se encontraba su hijo menor de edad(9) y el escultor José Lemus(10), los cuales sufrieron amenazas por el juez del tribunal. Según testimonios orales le fueron solicitadas las llaves del local que regentaba bajo presión. Una vez puesto en libertad es llamado por su antigua empresa, por aquellos que habían ordenado su encarcelación, Perea Sánchez se negó a aceptar estas condiciones y a partir de ese momento comienza a trabajar por su cuenta, realizando trabajos como autónomo sin tener a su cargo personal.

En 1979, en plena Transición, solicita la amnistía y la antigüedad a efecto de su jubilación puesto que las personas despedidas por cuestiones políticas podían solicitar la cotización en el periodo que no pudieron trabajar durante los 40 años de Dictadura.

 

(1) Archivo General de Andalucía, Fábrica de Artillería, Expedientes Personales, 1152 

(2) Tribunal Territorial Nª2, Archivo Histórico, sumario 1713, legajo 10, número 152, Fondo 8000 

(3) ABC edición de Sevilla, 3 de agosto de 1935, página 25 

(4) Ibídem, 16 de enero de 1936, página 29 

(5) Archivo General del Arzobispado de Sevilla, Gobierno, Asuntos Despachados, 05097 

(6) Archivo Histórico Provincial de Sevilla, Prisión Provincial, Expediente del interno Francisco Ruiz Cuadrado, 28856 

(7) Ibídem, Manuel Mareque González, 21519 

(8) Carlos José Romero Mensaque (coordinador general y estudio histórico).“La Hermandad de Jesús Despojado: Historia y Patrimonio”. Edisev- Hermandad de Jesús Despojado. 2003. 

(9) Ibídem, José Perea Frías 21622 

(10) Ibídem, José Lemus García, 19848