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Marzo 2014

 DONACIÓN DE LAS OBRAS DE LUIS DE GÓNGORA

AHPCO, Archivos de la Fe Pública, Notarías de Córdoba, 12787P,  ff. 486v-489v.

1/11/1626
Archivo Histórico Provincial de Córdoba
C/ Pompeyos, 6 14003 CÓRDOBA.
Telf: +34 957 106 083
e-mail: informacion.ahp.co.ccd@juntadeandalucia.es
  

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La obra del poeta Luis de Góngora fue ampliamente difundida y conocida en su época tanto de forma manuscrita como impresa. Son muy numerosos los romanceros, cancioneros y recopilaciones de diversa índole que recogen poemas de Góngora, desde sus primeros poemas que comienzan a aparecer en algunos cancioneros colectivos (muchos de los cuales eran impresos si bien otros eran manuscritos), hasta sus grandes obras, tras cuya aparición surgió un innegable interés por reunir su obra completa y comentarla, empezando entonces a publicarse en los últimos años de su vida y sobre todo tras su muerte algunas de las más conocidas recopilaciones de sus obras completas. Es posible incluso que copias de muchos de sus poemas fueran difundidas por sus amigos y seguidores llegando a estos recopiladores de cancioneros.

Entre estas recopilaciones llama la atención de manera importante el “Manuscrito Chacón”, ya que podemos decir que constituye una versión casi “oficial” de la obra de Góngora, puesto que los poemas fueron reunidos por Antonio Chacón desde 1619 en comunicación con el poeta, que parece que le proporcionó fechas aproximadas de cada poema, y circunstancias y anotaciones de muchos de ellos, así como rechazó falsas atribuciones. Esta recopilación fue finalizada y publicada en 1628, un año después de la muerte de Góngora, pasando a formar parte de la biblioteca del Conde-Duque de Olivares. Por estas fechas, como ya hemos comentado, comienzan a aparecer algunas ediciones impresas de sus obras completas, como por ejemplo Obras en verso del Homero español en el mismo año de su muerte (1627), Todas sus obras (1633), Obras de don Luis de Góngora (1659), etc.

Sin embargo, pese a esta colaboración para la publicación del manuscrito Chacón, y la aparición de sus poesías en múltiples cancioneros, y recopilaciones, como se puede deducir, estas copias de la obra de Góngora en ningún caso fueron publicadas por el propio autor, ya que éste no llegó a publicar sus obras en vida, pese a que tuvo la intención de hacerlo en los últimos años para salvar las dificultades económicas que le acuciaban, llegando incluso a adquirir (posiblemente en el taller de algún escribano cordobés) en el año 1625 a través de su amigo Cristóbal de Heredia un cartapacio con la recopilación de todas sus obras, al no conservar muchos de los borradores.

No obstante, aunque Góngora no llegara a publicarlas, hizo un último intento para que se publicaran de manera oficial (es decir, tras pedir licencia a su Majestad y señores de su Real Consejo para imprimirlas), con la donación de las mismas a su sobrino el racionero Luis de Saavedra y Góngora, documento que mostramos.

Son varias las cosas que nos llaman la atención de este documento. La primera de ellas es que cuando en su testamento (fechado el 29 de marzo de 1626) había dejado como heredera universal a “su alma”, en esta escritura fechada el 1 de noviembre de 1626, dona su obra a su sobrino el racionero Luis de Saavedra, al cual un año antes había criticado con gran dureza en sus cartas, y además revoca cualquier escritura contraria a ello y se compromete a su vez a no revocarlo bajo ningún concepto “me obligo de no rrebocar esta donación por testamento, cudicilio ni otra escritura, ni por ley ni leyes de fuero ni de derecho, canónico ni cibil, común ni munizipal ni de rreal ordenamiento, ni alegando es donación ynmerssa, ffecha en mayor número de los sueldos de oro que la ley dispone, ni alegando que por hacerla quedé pobre y que no me quedaron otros bienes de que sustentarme, o quel dicho son Luys, mi sobrino, me fue yngrato y desobediente [...], o que contra mi a alzado manos ayradas”.

La segunda que la donación no es para cuando fallezca sino inmediata, es decir tiene efecto desde el mismo momento de la escritura, para lo cual renuncia a cualquier derecho sobre ellas y hasta que tome su sobrino posesión de ellas él se constituye en inquilino y poseedor de las mismas, para entregárselas cuando se las pida, si bien dice que le da la nota y registro de la escritura para que no quepa duda de la titularidad.

La tercera y no menos importante, es que menciona las obras “así en poesía como en prosa”, sin que sepamos cuáles son esas obras en prosa de las que habla, e incluso algunos investigadores han llegado a insinuar que pudo haberlas perdido su sobrino Luis de Saavedra, el cual parece que no llegó en ningún caso a cumplir con el deseo del poeta de pedir licencia a su Majestad para imprimirlas y gozar de sus aprovechamientos.

El documento, pertenece al fondo de Protocolos Notariales, oficio número 21 de Córdoba, y está otorgado ante el escribano Bartolome Tercero.