Isabel Anaya
Nací en Teba, provincia de Málaga en septiembre de 1957. Estudié Bachillerato en el Instituto Camilo José Cela de Campillos. En la Escuela de Magisterio de Málaga me diplomé en CIENCIAS HUMANAS, posteriormente me especialicé en Educación Infantil.
Inicié estudios de Pedagogía y Arte Dramático. Colaboro con grupos de teatro de aficionados haciendo guiones o actuando en pequeños papeles, cuando es necesario.
Alterno mi trabajo literario con la pintura, que son mis dos grandes pasiones.
Cómo poetisa estoy integrada en el movimiento internacional GRTOS DE MUJER y a nivel nacional en PLAZA POETICA.
Ejerzo una militancia literaria a través de Amnistía Internacional y con la ONG “GEMS” que se dedica a fomentar la tolerancia, la interculturalidad y los derechos humanos con los jóvenes de distintos países.
He colaborado en actividades de animación a la lectura en varias bibliotecas de la provincia, que se han interesado por mi obra literaria y pedagógica.
Obras:
La novela de Isabel Anaya Moreno, «Razones, esperanzas y sinrazones», nos sitúa en el siglo XVIII, en un proyecto ilustrado apenas conocido: la fundación de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena. . «Razones, esperanzas y sinrazones» nos narra la historia protagonizada por aquellos centroeuropeos que huyeron de las guerras y miserias de sus países buscando un futuro mejor, y que encontraron en los despoblados montes andaluces, su tierra prometida. Estos colonos comparten protagonismo con los grandes personajes de la Ilustración española y con las víctimas de un sistema socialmente injusto. . Isabel Anaya nos desvela las luces de la Ilustración, pero también sus sombras, como La Gran Redada de 1749, también conocida como Prisión general de gitanos, hecho casi desconocido e incluso silenciado de nuestra historia. Con una mirada caleidoscópica de la época, la escritora va entrelazando historias de personajes que aparentemente no tienen ninguna relación, pero que a medida que se avanza en la narración, comprobamos que forman parte de un mismo macrocosmo donde se entrelazan movimientos políticos, económicos, sociales, filosóficos y artísticos.. Es difícil resumir el argumento central de una novela tan coral como la que reseñamos. Los principales protagonistas son Pablo de Olavide, que junto con Campomanes hizo posible el proyecto repoblador, y Gisela Engel, una joven curandera de Baviera obligada a refugiarse en Sierra Morena al ser denunciada por brujería ante la Inquisición bávara. En torno a Olavide giran los hacedores de la Ilustración, mientras las vidas de colonos y serranos giran en torno a Gisela Engel. . Junto a la trama de los emigrantes europeos del siglo XVIII, encontraremos grandes ideales, amores, aventuras, rasgos mágicos y humorísticos, que hacen apasionante la lectura de la obra. El ser humano comete los mismos errores a lo largo de los siglos, que desencadenan idénticas tragedias colectivas. Con respecto a ello, el compromiso ético de la autora se manifiesta a través de la acertada elección de personajes y situaciones, para denunciar catástrofes humanitarias que no deberían producirse en la actualidad.. A la novela histórica le corresponde tratar los aspectos que no pueden ser abarcados por la historia oficial, basada en los hechos de grandes personajes que lideraron los hitos históricos o la lucha de clases. La novela basada en épocas pasadas, disecciona a estos personajes principales, a los secundarios y sus interrelaciones. Tiene en cuenta sus coordenadas vitales y las consecuencias derivadas de estas. Sobre todo, indaga en las emociones y sentimientos que mueven sus actos. En este sentido, en «Razones, esperanzas y sinrazones», los lectores del género histórico verán satisfechas todas sus expectativas. .
En este libro se reúnen relatos apasionantes en torno a un mismo tema: la pandemia de Coronavirus que asola nuestro planeta, aunque sus enfoques son muy diferentes. Los lectores se sorprenderán por los inesperados finales de Chus Heredia y María Moreno, se perderán en los mundos paralelos de José Antonio Sau, disfrutarán de la vida rural tradicional con la narración de Carmen Enciso, las personales crónicas de José Luis Rosas y Loli Pérez, la frescura del relato de Carmen Bautista, la original perspectiva del personaje de Eloísa Navas, el giro vital que acompaña a la crisis, que nos muestra Cristóbal Romero, y el abismo de un mundo distópico que nos plantea Isabel Anaya. Como los lectores podrán comprobar, en Pandemociones se reflejan todos los sentimientos que hemos experimentado con la irrupción del Coronavirus en nuestras vidas; como una pandemia de emociones que han socavado nuestros cimientos interiores y los de esta sociedad que se adentra tambaleante en la segunda década del siglo XXI.
Victoria es una adolescente malagueña cuya vida se transforma, a su pesar, al verse obligada a permanecer con sus padres en una misión del Amazonas. Allí conoce a unos indios de su edad: Oroa y Yagüire que la influyen de tal forma que cambia su visión de las cosas y sus convicciones.
La Encrucijada de Cronos es un lugar de la selva, donde se cruzan las tres dimensiones del tiempo. Los tres adolescentes acceden a experiencias, en ese valle, que les llevan a visualizar a una india del pasado con ojos azules y rasgos europeos, la cual tiene un mensaje para ellos, que tendrán que descifrar. El futuro del amazona también se les muestra como un lugar árido y se prometen a sí mismos que eso no ocurrirá. Para ello se comprometen con una lucha por el ecosistema.
Datos de la situación política, económica y social del Amazonas y países limítrofes, se mezclan con la historia de los Marañones y el Dorado. El libro hace hincapié en los problemas medioambientales de la Cuenca Amazónica y está diseñado para plantear Valores y tomar conciencia.
EL Protegido de Asclepio narra la vida de Sofía Hidalgo, una profesora de filosofía de la universidad madrileña, que es asaltada por fenómenos extrasensoriales que tienen como protagonista a un médico griego del siglo V antes de Cristo, Filipo de Citera. Tras descartar todo tipo de anomalías físicas y de trastornos siquiátricos, Sofía se somete a un tratamiento basado en rastrear en vidas pasadas el trauma que causa sus problemas. Tras varias sesiones descubre que fue Filipo de Citera, que vivió en la Atenas gobernada por Pericles, durante la construcción de la Acrópolis. Un colapso nervioso en el transcurso del tratamiento la pone al borde de la muerte y todos los siquiatras de esta escuela se niegan a tratarla. Ella tendrá que descubrir qué deuda kármica contrajo Filipo durante su vida que maldijera su alma de tal modo que las funestas consecuencias influyan en la vida de Sofía, en cuyo cuerpo se ha reencarnado.
En la estructura de la novela se van simultaneando las circunstancias sociopolíticas del Madrid del 15M, con la de la Atenas de Pericles y la vida de Sofia, en esa actualidad, con la vida de Filipo y su periplo por los centros iniciáticos de Grecia, Egipto, Persia y la India, países que recorrió para formarse como médico. El enfrentamiento con un destino que no es aceptado, la búsqueda de la sabiduría, la ética como modelo de vida y, sobre todo, el amor como fuente de felicidad y realización, son los motores de las tramas de la novela, de sus personajes principales y secundarios. La intriga y la rigurosidad histórica se alían en El Protegido de Asclepio dando como resultado una novela clásica y actual a la vez, en la cual la crítica social tiene también su espacio.
En un pueblo del sur de España, en los difíciles años de la posguerra, las vidas de sus habitantes se entrelazan con los dramas personales. Algunos, pese a su pobreza, demostrarán lo mejor del ser humano, otros, en cambio, a pesar de ser favorecidos por el destino harán ostentación de una mezquindad intrínseca.
Aún compartiendo las adversas consecuencias de una guerra devastadora, los más jóvenes encontrarán la manera de arrancar un poco de felicidad a su entorno. Los adultos y los ancianos, no podrán olvidar las tragedias vividas, quedando marcados hasta el fin de sus días.
El Dios de Estera es una novela coral, una ventana abierta por la que asomarnos y conocer la vida más íntima de sus personajes. Sus historias son tan veraces, que cualquier persona que haya vivido en un ambiente rural reconocerá en ellas a muchos de sus vecinos.
De lo efímero y lo eterno, es un libro de relatos donde las historias se mueven entre el pasado, presente y futuro, a merced de los ciclos de ese Dios impasible que es Cronos.. En este libro de relatos encontraremos deudas aplazadas a cobrar siglos después, encuentros que marcan destinos, y casualidades reveladoras de secretos guardados por el tiempo; mostrándonos lo efímero y lo eterno de la existencia, de los actos, donde solo el amor y el sortilegio de las palabras, son capaces de obrar milagros.
Hacia la mitad del siglo Xl en Al-Ándalus, el poeta y filósofo judío Salomón Ibn Gabirol decide escribirle una carta a su amigo cristiano, Rodrigo de Jaca, para contarle su vida. Además, pretende dejar constancia del esplendor cultural del judaísmo, que por esa época está teniendo su edad de oro en Al-Ándalus. A través de sus recuerdos, Salomón nos sitúa en la caída del Califato de Córdoba y el surgimiento de las taifas. Con un prosa poética, le cuenta a Rodrigo la huida de sus padres de Córdoba, por las matanzas de la guerra, y que se refugiaron en Málaga donde él nació. La muerte de la madre, pone fin a una infancia feliz en su ciudad natal. Cuando Málaga se vio envuelta en las guerras civiles, tuvo que abandonarla junto a su padre con dirección al norte de la península.
En Zaragoza Salomón Ibn Gabirol pasa su adolescencia. El padre del poeta es calumniado y muere lapidado en la judería. Huérfano y sin hermanos, la intelectualidad hebrea arropa a Salomón admirada por su talento literario. El judío Yequtiel ben Isaac era el visir de Zaragoza y su judería la más próspera de Al-Ándalus. Por ello, los sabios hebreos más afamados de la época se refugiaron allí huyendo de las guerras del sur. Yequtiel protege a Salomón Ibn Gabirol y lo favorece con su mecenazgo, pero en la guerra civil zaragozana es asesinado, junto a su rey Mundir II. De nuevo Gabirol se ve obligado a huir con destino a Granada donde gobierna otro visir judío, Samuel Nagrela.
Conseguido el mecenazgo de Nagrela, Gabirol vive su juventud en Granada, siendo el preceptor del hijo de su mecenas, Yusuf, que años más tarde sustituirá a su padre en el cargo de visir. Salomón se enamora de la esclava cristiana de los Nagrela, un amor imposible con un trágico final. Acompañando al visir, el poeta visita Lucena, donde se ha constituido una teocracia judía y es el centro de la sabiduría hebrea, porque ha ido acogiendo a los más importantes rabinos de las escuelas talmúdicas de Oriente, cerradas por el integrismo musulmán.
Tras enfrentarse a la familia Nagrela, Salomón se ve obligado a volver a Zaragoza, pero su situación es difícil; carece de mecenazgo y en la judería se le acusa de preferir la filosofía griega, frente a la ortodoxia hebrea. Logra sobrevivir porque recupera su antiguo empleo de traductor en la biblioteca de la madraza donde conoce a Rodrigo, que a partir de entonces será su amigo del alma y el destinatario de su carta autobiográfica. Rodrigo es un joven fraile hecho prisionero al ser invadida Jaca por los musulmanes. El general que ha liderado la invasión se enamora de Rodrigo y lo convierte en su esclavo, pero al hacer constar el fraile ante personas influyentes que domina el árabe, por haber traducido de esta lengua las obras de los sabios de la antigüedad, el visir se lo compra al general para que trabaje en la biblioteca. El general se venga del joven cristiano. La desgracia une a Gabirol y a Rodrigo, ambos son dos místicos dedicados a Dios, desde sus distintas religiones y les apasiona la filosofía griega. Pasan los años consolidando una amistad cada vez más profunda, hasta que el abuelo de Rodrigo, conde de Jaca, localiza a su nieto y paga su rescate, produciéndose la separación de los amigos.
Los enemigos que Gabirol logran su destierro. Samuel Nagrela lo reclama en Granada, porque su hijo se casa con la hija de un afamado rabino que admira la poesía religiosa de Salomón y lo quiere conocer. Envidioso, el visir granadino expulsa a Salomón y éste decide viajar a una ciudad marítima con la esperanza de embarcar a Jerusalén, cuando conoce a un místico sufí que le enseña sus métodos místicos. Tras diversas vicisitudes, Gabirol muere en Lucena. Sorprende el giro final de la novela, que le confiere su profundo mensaje ético; un canto a la tolerancia y la convivencia pacífica entre culturas.
Por la carta, conoceremos a los sabios de la edad de oro de la cultura judía en España: Hasday ibn Shaprut, Samuel Nagrela, Yoná ibn Yanáh o Isaac ibn Gayyat.