José Antonio Ramírez Lozano
José Antonio Ramírez Lozano (Nogales, Badajoz 1950). Licenciado en Filología. Ha publicado narrativa y poesía; más de 60 obras en total, premiadas las más de ellas con galardones significativos, como el Juan Ramón Jiménez, Unicaja, Ciudad de Irún, Claudio Rodríguez, Ciudad de Badajoz, José Hierro, Blas de Otero, Ricardo Molina, Ciudad de Mérida, González de Lama, Ciudad de Burgos de poesía; y Ateneo de Valladolid, Azorín, Cáceres, Ciudad de Valencia, Felipe Trigo, Rio Manzanares y Alarcos Llorach de novela, entre otros. En 1986 fue candidato al Premio Nacional con su novela Gárgola editada por Cátedra, apunto de reeditarse. Ha publicado también literatura infantil y juvenil con Edelvives, Alfaguara, Algaida, Kalandraka, Anaya, SM e Hiperión. Obtuvo, además, el premio Jaén, el Leer es vivir de Everest y el del Banco Mundial del Libro de Venezuela.
Obras:
Divertida novela sobre un traductor vasco afincado en Sevilla que se enfrenta a una trama china que socava las tradiciones del país. PREMIO CAMILO JOSÉ CELA DE NARRATIVA.
Ignacio Andía es un joven traductor vasco, retraído y huraño, que se instala en el barrio sevillano de Triana. Allí descubre una intrigante trama china, que socava la cultura local y las tradiciones del país, amenaza que el protagonista de esta divertida novela combatirá con astucia. Un calcetín de lana rojo cuenta una disparatada historia, escrita con una prosa ágil y llena de humor, pero también destila una inteligente defensa de la identidad cultural y del gozoso don de la imaginación. José A. Ramírez Lozano demuestra nuevamente sus dotes de gran fabulador en esta obra, merecedora del Premio Camilo José Cela.
Fuente: web Editorial Menoscuarto
Maldita lechuza es un relato de misterio lleno de imaginación. Su argumento se desarrolla en un instituto lleno de anécdotas y situaciones muy adecuadas a la clase de lengua. Muy recomendable su lectura para secundaria.
Con Los celos de Zenobia disfrutarán de un divertimento narrativo sobre los primeros años de matrimonio de Juan Ramón, los de su renuncia a la poesía impura. Esa que, según él, tenía escondida en su casa por el gusto de ambos y a la que el autor da cuerpo y realidad en esta novela. Un relato entretenido, muy a propósito para estas fechas en que se conmemora el centenario de la publicación de Diario de un poeta recién casado.
Marta era una niña que tenía el oído finísimo, tanto que no podía dormir por las noches. Y es que Marta escuchaba todos los ruidos del mundo por pequeños y extraños que parecieran. Podía oír el ruido de la gotera de su habitación cayendo en la lata que había colocado su padre. Era un goteo aburrido, hasta que se dio cuenta de que las gotas no hacían el mismo ruido, sonaban diferentes, como sílabas. Y entonces trató de leerlas…
Corre el año 1555 y el emperador Carlos V, con apenas 55 años, es un viejo cansado de tanta lucha. Tras abdicar de sus tronos, desembarca en España para retirarse en el apartado monasterio extremeño de Yuste. Junto a él viajan sus relojes, pero ante la poca vida que siente que le queda pide a su relojero de cámara, el matemático Juanelo Turriano, que le fabrique un autómata que luche por él, contra la muerte, cada minuto que le queda de vida. En su retiro monástico va a tener que abdicar de su ideario erasmista y también tendrá que enfrentarse al vino frente a la cerveza que él adora y los frailes detestan, a la campana frente al reloj que a los monjes parece obra del demonio, y en fin, acompañado de sus mastines y su guacamayo, intimará con un jovencísimo Jeromín, que acabaría siendo Don Juan de Austria.