Juanma, el protagonista de esta triple novela, pertenece a ese sesenta por ciento de la población española actual que no tuvo ocasión de votar la Constitución de 1978; en su caso, por ser menor de edad cuando se celebró el referéndum correspondiente. Pero ello no significa que su vida en aquellos años no acusara de un modo peculiar el influjo de los acontecimientos en curso: ya fuera desde un hospital en su ciudad natal en 1973, cuando Franco vivía, o en el Madrid de 1986, bajo la sombra de los todavía frecuentes atentados terroristas de ETA y la resaca de lo que dio en llamarse la movida; pasando por las navidades de 1978 en una ciudad de provincias a la que llegan algunos coletazos de la violencia política que no dejó de hacerse sentir en todos esos años. Tal es el marco en el que se desarrollan estas tres intensas historias que no son sino capítulos de una sola, el relato de una irreversible «transición» tanto colectiva como personal.

Le alargué el mío, un hermoso modelo en acero inoxidable que me regaló María del Mar, y al que puntualmente le renuevo el recambio de tinta. Jamás me ha fallado. "Jamás me ha fallado", le dije, avergonzado, cuando vi que ella garabateaba infructuosamente en los márgenes del consultorio sexológico, sin conseguir que el bolígrafo escribiese. Eso mismo, "jamás me ha sucedido antes", es lo que le dije a Toñi la primera vez que me pasó lo que, desde entonces, no ha dejado de pasarme ni una sola vez, cada vez que me planto ante sus hermosas rodillas de triunfadora.

 La novela de K. va dirigida a los lectores que saben apreciar la inmediatez, la precisión en el nombrar las cosas cotidianas, la emoción de la cotinianidad, con sus dosis de humor, melancolía, goce de la vida y momentáneas crisis de desapego de todo lo anteriormente dicho.