Pep Bruno

Cabanillas del Campo (Guadalajara, España)

Pep Bruno. Nació en Barcelona (España) el 18/5/1971. Es Licenciado en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada (UCM), Licenciado en Filología Hispánica (UAH) y Diplomado en Trabajo Social (UPCo). Ha sido miembro del Seminario de Literatura Infantil y Juvenil de Guadalajara entre los años
1994 y 2009, participando en la organización del Maratón de los Cuentos de Guadalajara. Además coordinó junto con Teresa Sorozábal el Seminario de Literatura de Villaviciosa de Odón (Madrid) entre los años 2003 y 2008.
Desde el año 2000 ha impartido numerosos cursos y charlas a profesores y educadores por toda España y por otros países.
Como narrador oral profesional (actividad que desempeña desde 1994) ha contado a todo tipo de público (infantil, juvenil y adulto) por toda España (teatros, bibliotecas, escuelas, cafés, institutos, etc.) y por otros países como Bélgica, Portugal, Suiza, Túnez, Guinea Ecuatorial, Chile, México, Panamá, Paraguay, Perú, Costa Rica, etc., participando en muchos de los festivales más importantes de narración oral (de ámbito nacional e internacional).
Como escritor ha publicado durante 17 años un cuento semanal en la revista El Decano de Guadalajara, y tiene varios libros publicados para niños y adultos. Títulos infantiles más significativos: La siesta de los Enormes (OQO, 2011); La familia C (Kalandraka, 2010, álbum ganador del III Premio Internacional COMPOSTELA de Álbum Ilustrado, a esa convocatoria se presentaron 519 proyectos de 22 países); La casa de mi abuela (OQO, 2010); Un lugar donde ser feliz (M1C, 2010); Un loro en mi granja (Edelvivies, 2009, álbum ganador del IV Premio Internacional de Álbum Ilustrado Biblioteca Insular -- Cabildo de Gran Canaria, a esa convocatoria se presentaron 116 proyectos de 13 países); La noche de los cambios (OQO, 2008); Pétala (OQO, 2008); Libro de contar (OQO, 2007); La cabra boba (OQO, 2006); Cuento para contar mientras se come un huevo frito (Kalandraka, 2003). Títulos para adultos más significativos: 101 pulgas (Palabras del Candil, 2011); Cosas que pasan (Palabras del Candil, 2010); Cuaderno de Imágenes (Palabras del Candil, 2006); 99 pulgas (Palabras del Candil, 2006); Papeles de don Tadeo (AH, 2005).
En 2006 fundó la editorial Palabras del Candil, especializada en libros y cuentos de narradores orales (www.palabrasdelcandil.com) Su página web es:
www.pepbruno.com


Obras:

“Quizá hace mucho tiempo que no montas en una patineta para deslizarte cuesta abajo a toda velocidad; o que no subes a una torre para hablar con una nube; o que no afinas puntería con un tirachinas; o que no escuchas un cuento de miedo bien contado;  o que no te sientas a silbar con tus amigos…Ven, asómate a este libro y disfruta de las aventuras que hacen brillar los días y los llenan de alegría.”

Infantil
Infantil

Granjero Pérez daba vueltas y más vueltas en la cama, pero no podía dormir: ¡Se había olvidado de tomar su vaso de leche! Se levantó con la idea de ir a ordeñar la vaca, pero aquella era la noche de los cambios y, cuando llegó al establo, encontró…
Los más pequeños sienten una curiosidad innata por los animales y por sus características. Si a esto sumamos el pensamiento animista, en base al cual, los niños, mediante un mecanismo de analogía atribuyen a los animales la capacidad de pensar, actuar o hablar como humanos, ya tenemos la explicación del éxito de los cuentos de animales entre los más pequeños.
Con este álbum, los niños se acercan a los animales de la granja de una manera distinta y divertida. Con una propuesta de texto sencilla pero lúdica e imaginativa, el álbum se apoya en la complicidad de la imagen y en su intensidad narrativa para provocar en los lectores la curiosidad, la sorpresa y, finalmente, la sonrisa. Un libro para que adivinen lo que va a suceder, para que recuerden lo que hay detrás de cada página, y para que descubran hasta donde puede llegar la imaginación exaltada de los animales en una noche de cambios.
La ilustradora checa Lucie Müllerová a partir de su original y particular imaginario creativo, compone simpáticos personajes, y cada uno de ellos con una personalidad propia, lo que refuerza aún más el efecto humorístico del texto.
 

Ilustración, Infantil
Infantil

Después de buscarla por todo el pueblo, Miguel encontró a su cabra subida en lo alto de un tejado. “¿Se creerá que es una veleta?” ¿O una chimenea? ¿O tal vez un gato?”, se preguntaba Miguel. Y con la ayuda de unas flores, un libro de cuentos y un puñado de sal (la sal le gusta a las cabras más que a los niños los helados), la cabra boba volvió a su lugar. Nos cuenta el autor, recordando su infancia, que en las casas del pueblo había dos o tres cabras. Por las mañanas, cuando los niños iban al colegio se llevaban las cabras y las dejaban con el cabrero en la plaza. El cabrero se iba al monte y los niños a la escuela. Al final del día los niños recogían sus cabras –aunque alguna regresaba sola al corral. Así la cabra volvía con la tripa llena, dispuesta para dar leche, y los niños con la cabeza llena de lo que habían aprendido en la escuela. La cabra boba –o lista, según se mire de este cuento nace del conocimiento y la observación del mundo rural. constituye una fórmula indirecta para observar y comprender la cara fantástica de la realidad. La cabra de Miguel ya no está con el cabrero. Quizás se haya ido al corral... Miguel la busca por todas partes, hasta encontrarla en un lugar inesperado. La aventura termina con un guiño cómico e inesperado que aporta la ilustración. Utilizando recursos esenciales de la narración oral (onomatopeyas, diálogos, repeticiones...), Pep Bruno crea una historia ideal para contar a los más pequeños antes de ir a dormir. Un cuento con el texto imprescindible, apoyado por el poder narrativo de la secuencia visual. Roger Olmos presenta imágenes con perspectivas muy eficaces para guiar la acción y asimilar conceptos espaciales que marcan el ritmo de la narración. Los dibujos, dinámicos y caricaturescos, destilan detalles cómicos e información estimulante para la imaginación, que convierten La cabra boba en un libro que conecta igualmente con lectores de otras edades.

Ilustración, Infantil
Primeros Lectores

La comida y la lectura son dos grandes necesidades del ser humano, imprescindibles de hecho, la comida alimenta al cuerpo, la lectura al alma, por eso un cuento para contar mientras se come un huevo frito es un cuento que doblemente alimenta, o al menos así lo creo y con esa intención lo escribí.
La verdad es que el cuento en un primer momento nació sin pensarlo, mientras mi hijo comía un huevo frito, digo comía porque soy optimista, y es que mi hijo en aquella época no tenía demasiado afán por comer huevos fritos, así que me puse a contarle un cuento y resulta que, mientras yo contaba, mi hijo se olvidó de cerrar la boca y se comió el huevo. Funciona, pensé, y decidí ponerme manos a la obra y escribirlo.
Entonces vino la parte más complicada, darle una verdadera forma de cuento oral y que tuviera sentido. Y después de unas semanas de darle vueltas y vueltas al huevo frito, esto es lo que quedó, un huevo redondo y un redondo cuento, que se abre y se cierra y casi tal como empieza acaba, eso sí, con la diferencia de que al principio hay huevo y al final, no, porque se lo han comido.
Tiene algunas rimas, tiene alguna broma y, sobre todo, tiene unas maravillosas ilustraciones de Mariona Cabassa. No dejen de echarle un vistazo, seguro que les gustará.

Ilustración, Infantil
Primeros Lectores