Rafael Adolfo Téllez

Sevilla

Nació en Palma del Río (Córdoba) en 1957. Licenciado en Filología Hispánica. Ha ejercido como profesor de Educación Secundaria, labor que ha compaginado con la de guionista de televisión. Ha publicado, entre otros, los siguientes libros de poesía: Si no regresas junto al portón oscuro (Endymión-Ayuso, Madrid, 1988), Quienes rondan la niebla (Renacimiento, Sevilla, 1993), Los adioses (Renacimiento, Sevilla, 1996), La rosa del mundo (Universidad Nacional Autónoma Metropolitana, Ciudad de México, 1997), Muertes y maravillas (Fundación José Manuel Lara, Sevilla, 2004), Los pasos lejanos (Comares, 2008), La soledad del aguacero (Renacimiento, 2016) y Nada con que volver (Comares, 2021). Así mismo, ha aparecido en las antologías Tu sangre en mis venas. Poemas al padre (Renacimiento, Sevilla, 2017), Dios en la poesía actual (Adonais, Madrid, 2018) y Vandalis cien. Casi veinte años de poesía hispánica contemporánea (Fundación José Manuel Lara, Vandalia, 2021).


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Obras:

"Nada con que volver" ha sido publicado por La Veleta, la colección granadina dirigida por Andrés Trapiello, con diseño del tipógrafo Alfonso Meléndez, que ya empieza a ser legendaria no sólo por su indiscutible calidad literaria sino por los años que ha ido cumpliendo. "Paseo mucho por pueblos viejos. Acostumbro a pasear cada tarde por senderos de tierra atento a los árboles o a la lluvia que cae sobre los pedruscos sin pedir nada a cambio ¿Qué hermosura, verdad? Todo esto tiene habla; eso sí, la naturaleza habla bajito, como los sabios".

Poesía
Adulto

«En sus poemas hay algo muy verdadero y hondo. La suya es una voz que no se parece a ninguna otra de la poesía española, ni ninguna otra se parece a la suya. Se dirían poemas escritos muy lejos de todo, en una especie de pueblo en ninguna parte. Es el poeta de las cosas pobres, de los cafés pueblerinos desoladores, de los pueblos muertos. Y a los muertos vuelve una y otra vez, buscándose entre ellos, y al no hallarse viene a la vida con su secreto, un poco desconcertado, sin comprender por qué no estaba ya entre ellos. Eso le vuelve un niño de la estirpe de Francis Jammes, de Van Gogh, de Gutiérrez Solana, líricos góticos». Del prólogo de Andrés Trapiello.
 

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