El sermón de la montaña

Fernando Cabrita

Oh, infinita Nueva York, manzana vieja
que los vientos azotan. Cuando de repente cae
la tormenta, las calles mojadas proclaman las luces y los colores y
los sonidos; y en la tierra entera se oye el vasto silencio de la lluvia.
Pasa un avión. ¿Será ese dios que Blake ha oído,
ese dios que again speaks in thunder and in fire?
¿O ese ángel azul de Klee, o un tabernáculo roto,
un séptimo sello roto, la voz de los caballeros, el paraíso
y la tierra? ¿O un día al llegar a su fin, una vida que
se acaba, un ser que se termina? ¿Una candelilla derretida
donde tiembla la última luz? Un sonido. Alguien ha cerrado
de un portazo el Hogar de los Valientes.
O ¿es solo el tren, el largo tren, el cansado
y paciente tren que arrastra sueños y recuerdos
por la ladera fría? ¿O es solo el humo que tenuemente
adorna el horizonte y lentamente se desvaneciese para siempre?
 

Baile del Sol
Poesía
Adulto

Fernando Cabrita