El silencio de las aguas

Antonio Checa

El silencio de las aguas hace una incursión en el mundo de la narrativa histórica, desde una original perspectiva en que mezcla la tradición oral con su percepción personal que, transcurre desde la postguerra, hasta nuestros días. La fuerza expresiva de sus personajes inspirados en el momento histórico que trata, nos dibuja con una palabra directa al corazón del lector la miseria y la grandeza del momento histórico y de los momentos vividos por los protagonistas. Es la historia de España rescatada de la memoria de la protagonista, a base de rescatar los sueños que quedaron sumergidos en el río grande que pasaba junto a su pueblo, tal vez porque, como dice el poeta y cita el autor al principio: De toda la memoria, solo vale el don preclaro de evocar los sueños. El río Guadalquivir se resistía en su belleza a servir de testigo a una sequía brutal que los tiempos difíciles lanzaron a la tierra para derramar sobre ella años de hambre. Cuentan que fue durante el año ... perdón, los años cuarenta y cinco o cuarenta y seis!. Pero parece ser que desde el treinta y seis de mil novecientos, las tripas de los niños sonaban a estrambote y el poema del pueblo se dejaba arrastar por las encías sin dientes de los adultos y los vientrecillos abultados de los niños. Como algo que irrumpe entre nosotros sin esperar lo que conlleva, el año cuarenta y dos de mil novecientos, entre tanto devenir de injusticias, pero con la emoción de un parto casero y un primer fruto de dos seres que se amaban, llegó a la tierra por los lares de un pueblo grande, centro gegráfico del alumbrado Jaén, al lado de ese río que tanta historia deja en el tiempo y entre muchísimos más partos, una niña de ensueño. Fueron sus ojos lo primero que miraron las abuelas sostenedoras del alumbramiento.
 

Editorial Cuadernos del Castor
Narrativa
Adulto

Antonio Checa