Nos congregan dos voces singulares, tocadas por la emoción, unidas por el afecto, merecedoras de esa rara cualidad del espíritu como es la admiración por el otro. En ambas se condice el amor por la vida, el clamor de la naturaleza, esa luz imperturbable que se yergue desde lo más hondo del abismo perpetuando el recuerdo. Julio alfredo egea y Pilar Quirosa-Cheyrouze son ya sustrato capital de nuestra tierra, semilla fértil en campos de labranza, alto vuelo en el vértigo del aire. De ellos y para ellos hoy nuestra palabra es su palabra.

ACE
Adulto

Francisco Morales Lomas
Aurora Gámez Enríquez
Rafael Ballesteros
Antonio García Velasco