Peaje de Intemperies es el fruto de la reflexión que se desprende del transcurso de la vida. Pilar Sanabria reconoce que recogemos lo que sembramos y pagamos un precio por transitar por sus límites. Podría hacerse el símil de que la vida es un país, con su territorio y sus fronteras y que pagamos un precio por transitar por él. Pagamos un peaje de soledades a través de un desierto, de campos yermos y de tierras de mal barbecho. El libro es una metáfora que interpreta la vida como un viaje en el que se paga para llegar a cumplir nuestro destino.
La vida como intemperie por la que el ser humano camina a cielo raso, sin nada que lo proteja. Tan solo la fe es su esencia y eso, a veces, es muy difícil. La intemperie bien podría ser esa soledad. Este es un libro de soledades contempladas, también de soledades queridas y buscadas, de alejamiento deseado. Como todos los libros de Pilar Sanabria, también, tiene su parte luminosa. “En ella hago un homenaje a los cuatro elementos de la Naturaleza poniendo en valor la conclusión filosófica de Empédocles: La Naturaleza tiene un total de cuatro elementos o raíces que pretenden explicar el movimiento (generación y corrupción) en el mundo. El amor que las une y el odio que las separa. La balanza que sopesaría el equilibrio. La que explicaría el cambio y a la vez la permanencia de los seres”, asegura la autora.