José Carlos Rosales

Granada

El poeta y escritor José Carlos Rosales nació en Granada el 27 de noviembre de 1952. Es licenciado en Filología Románica (1975) y Doctor en Filología Hispánica (1996). Ha publicado los siguientes libros de poemas: El buzo incorregible (Granada, Colección Corimbo, 1988; Granada, Maillot Amarillo, 1996), El precio de los días (Sevilla, Renacimiento, 1991), La nieve blanca (Valencia, Pre Textos, 1995), El horizonte (Madrid, Huerga y Fierro, 2003; Premio de Poesía Ciudad de San Fernando), El desierto, la arena (Sevilla, Fundación José Manuel Lara, Colección Vandalia, 2006), el cuaderno Dos movimientos (Málaga, Centro Generación del 27, 2009) y Poemas a Milena (Valencia, Pre Textos, 2011; Premio Internacional de Poesía Gerardo Diego); y el libro de prosas Mínimas manías (Granada, Colección Caja General de Ahorros, 1990). También ha publicado Libro de faros (Málaga, Puerta del Mar, 2008; antología poética y estudio preliminar sobre la figura del faro en la literatura hispánica) y Memoria poética de la Alhambra (Sevilla, Vandalia, 2011; estudio introductorio y selección de poemas en lengua española relacionados con la Alhambra y el Generalife). A finales del año 2013, se editó una amplia antología de sus poemas (Un paisaje; selección y prólogo de Erika Martínez; Renacimiento, Sevilla, 2013). Como poeta, ha sido incluido, entre otras antologías, en Cien años de sonetos en español (Madrid, Hiperión, 2000), y en Y habré vivido. Poesía andaluza contemporánea (Ed. de Jesús Aguado, Aurora Luque y José Antonio Mesa Toré, Centro de la Generación del 27, Diputación de Málaga, 2011). Algunos de sus artículos y ensayos de crítica literaria han sido recogidos en Los secretos se escriben (Salobreña, Ed. Alhulia, 2008). En 1989 recibió del Ministerio de Cultura una ayuda a la creación literaria. Fue crítico de libros del diario El País (1989-1991) y ha colaborado con poemas y artículos en distintas revistas culturales y literarias (Archipiélago, Cuadernos Hispanoamericanos, Condados de niebla, El fingidor, El Maquinista, Hélice, La Estafeta del Viento, La Fábrica del Sur, Litoral, Olvidos de Granada, Pandora, Paraíso, Poesía 70, Tragaluz, Trames, Ultramar, etc.). Es columnista del diario Granada Hoy. A partir de 1999 dirigió e impartió, a lo largo de tres cursos, el taller de escritura 24 horas de poesía, patrocinado por la Universidad de Granada, la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía y ediciones Cuadernos del Vigía. Ha participado en diversas jornadas literarias y lecturas poéticas organizadas por el Instituto Cervantes (España), el Ministerio de Cultura (España) y el Centro Andaluz de las Letras de la Junta de Andalucía. Es miembro de la Academia de Buenas Letras de Granada a la que pertenece desde su fundación, en el mes de abril de 2002; también fue fundador y primer presidente del Ateneo de Granada. Trabajó durante algún tiempo, como profesor y catedrático de Lengua y Literatura Españolas, en algunos Institutos de Bachillerato de Córdoba y Granada. Actualmente reside en su ciudad natal.
 


Obras:

Los poemas de Y el aire de los mapas se mueven alrededor de dos de los ejes en los que se apoya un ciclo elaborado a lo largo de las tres últimas décadas: por un lado la idea del viaje (espacial y temporal) con todos sus motivos o derivaciones, y por otro la del apartamiento, que caracteriza a los náufragos, los exiliados o los excluidos. La primera sección (El aire) recoge sensaciones, miradas o paisajes (exteriores o interiores, físicos o anímicos) de aquello que se ve durante el desplazamiento del viajero. La segunda (Los mapas) muestra la decepción ante los planos, planes y trayectos, propios o ajenos, que no sirvieron (o no sirven) para guiar ese movimiento que no es otro que el movimiento vital, tanto individualcomo colectivo. La tercera (Y el aire de los mapas) se presenta como un cierre doble, conclusivo, del libro y del ciclo. Un cierre donde se acentúan dos ideas: las guías o mapas para llegar al destino deseado son equívocas, y el aire (sin mapas) sería la única garantía tanto para vivir como para viajar. Dos actitudes o acciones distintas, pero también idénticas, como las dos caras de una moneda.

Poesía
Adulto

 “La luz se apaga, la conciencia permanece alerta y quien vaga a través del espacio lo hace también a través del tiempo: el aire está saturado de pasado, hay una triste densidad espectral. Las manos que tantean en la oscuridad giran en el aire como las agujas de un reloj. Pero, en virtud de un terror onírico muy propio de los poemas de este autor (Granada, 1952), esas manos no logran toparse con nada. Las cosas se acurrucan, evitan el contacto. La habitación no solo está a oscuras: está vacía. Como en ella, las palabras cruzan el resto de estos poemas donde el espacio ha perdido sus coordenadas, los límites se difuminan y queda el aire, que todo lo mueve y todo lo llena, que todo lo cambia y no cambia nada.”                                                                                                            Erika Martínez

Poesía
Adulto

Si quisieras podrías levantarte y volar, de José Carlos Rosales, es un libro poético de una radical contemporaneidad. Se trata de un solo poema que, dividido en 25 secuencias, “narra”, en segunda persona, la fuga improvisada de un hombre durante una monótona tarde de agosto. Poesía urbana, vivida, con una gran carga emocional, que pone al lector ante algunos de los símbolos que marcan la cotidianidad del siglo XXI: automóviles, gasolineras, una grúa municipal, sótanos y bares, tiendas cerradas, periódicos olvidados, un centro de salud, caminos vecinales, la luna llena y un deseo: el de la huida.

Poesía
Adulto

Si te fueras, yo sé lo que sería:
noche en vela escuchando los crujidos
de la casa; los libros y los platos
ordenados, sin uso; la mañana
del domingo vacía: cada lunes
igual que cada jueves.
Si te quedas, no sé lo que será,
pero vale la pena averiguarlo;
seguro que será como es ahora:
noche clara mirando tu murmullo,
todo fuera de sitio, los zapatos
perdidos en la sala y, cada día,
la sorpresa metódica de verte.
“Cálculo de variables durante el desayuno” de José Carlos Rosales.
 

Poesía
Adulto

“Este libro es un álbum de poemas con el que, de la misma manera que ocurriría con los álbumes de fotos, se pretende hilvanar una cadena de instantes o vivencias hasta convertirlos en una historia, la historia de un propósito: escribir poemas que no fueran del todo inútiles o que, al menos, no lo fueran durante todo el tiempo o para todo el mundo. 

Exceptuando los de la última sección (procedentes de Memorias de una piedra, el libro en el que estoy trabajando desde 2015), la mayoría de los poemas aquí reunidos son aquellos que, publicados en revistas de poesía, suplementos culturales de la prensa, carpetas gráficas y homenajes, cuadernos de circulación restringida o panfletos diversos, nunca se integraron posteriormente en ningún libro o, en el caso de hacerlo, esos libros nunca llegaron a publicarse.  Y salvo la corrección de alguna errata, se publican ahora tal y como se publicaron en su momento: el pasado no puede corregirse, nada puede alterarlo, es invariable.

Muchos de ellos son poemas de encargo, algunos me sirvieron para probar un registro o ensayar alguna estrategia discursiva, y quizás no sean del todo homologables, pero fueron –o quisieron ser– honrados y sinceros, sostenibles. O, al menos, eso creo. O eso creí. Bienvenidos sean por lo tanto ahora que, con el paso del tiempo, se han ido convirtiendo en una especie de facción poética más o menos periférica o marginal, pero en absoluto prescindible, al menos para mí”. José Carlos Rosales

Poesía
Adulto

En "Alguien lleva una piedra escondida en la ropa", último libro de José Carlos Rosales, la acción poética se sitúa en medio de un diluvio incesante, un diluvio que ha interrumpido demasiadas cosas y que va convirtiendo la urbe (¿imaginaria?) en “una marisma turbia” en la que la misma memoria de las cosas se vuelve húmeda. "Alguien lleva una piedra escondida en la ropa" es un poemario construido sobre tres ejes: uno, el de un grupo de personas que deambula en busca de una vía de escape; dos, el de aquel que se mueve llevando una piedra escondida; y tres, el de la naturaleza o sentido de ese equipaje pétreo. La piedra simboliza algo que nunca llega a explicitarse, tal vez el peso del pasado, tal vez el afán de futuro.

Fuente: Editorial Bartleby

Poesía
Adulto

«El dinero es una forma de poesía» Wallace Stevens Arcipreste de Hita, Luis de Góngora, Lope de Vega, Francisco de Quevedo, Sor Juana Inés de la Cruz, Juan Meléndez Valdés, Gustavo Adolfo Béquer, Rosalía de Castro, José Martí, Antonio Machado, José Moreno Villa, Juana de Ibarbourou, Alfonsina Storni, César Vallejo, Jorge Guillén, Juan Larrea, Federico García Lorca, Jorge Luis Borges, Rafael Alberti, Nicolás Guillén, Pablo Neruda, Miguel Hernández, Luis Rosales, Nicanor Parra, Octavio Paz, Joan Vinyoli, Gonzalo Rojas, Gloria Fuertes, Eliseo Diego, José María Fonollosa, Carlos Bousoño, Fina García Marruz, Ida Vitale, Jaime Sabines, José Agustín Goytisolo, Heberto Padilla, Claudio Rodríguez, Eugenio Montejo, José Emilio Pacheco, Cristina Peri Rossi, Isel Rivero, Antonio Carvajal, José Luis Parra, Francisco Díaz de Castro, Marinao H. De Ossorno, Ángeles Mora, Justo Navarro, Antonio Jiménez Millán, José Gutiérrez, Jorge Valdés Díaz-Vélez, Rafael Juárez, Víctor Jiménez, Juan Lamillar, Juan Carlos Mestre, Antonio Cabrera, Alfonso Sánchez, Felipe Benítez Reyes, Santiago Elordi, Trini Gan, Leticia Herrera, Francisco López Serrano, Ángel Petisme, Amalia Bautista, Jorge Riechmann, Manuel Vilas, Roger Wolfe, José Manuel Benitez Ariza, Tomé Cabrera, José Antonio Mesa Toré, Antonio Rivero Taravillo, Juan Manuel Villalba, Antonio Orihuela, Eduardo García, Luis Muñoz, Cristina Morano, María Ángeles Pérez López, José Luis Piquero, Ana Pérez Cañamares, Juan Carlos Friebe, Sergio Raimondi, Mónica Francés, Milena Rodríguez Gutiérrez, Alberto Tesán, José María Cumbreño, Pablo García Casado, Juan Carlos Abril, Luis Melgarejo, Alberto García-Teresa, Jesús Montiel, Begoña Ugalde Pascual.

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