José Pallarés Moreno
Doctor en Filología Española por la Universidad de Granada, es Catedrático de Instituto de Lengua y Literatura Españolas y Profesor de la UNED (Cádiz). Ha publicado estudios sobre la literatura española de los siglos XVIII y XIX (León de Arroyal o la aventura intelectual de un ilustrado, El ensayo español: de Jovellanos a Larra, entre otros). También ha preparado ediciones de clásicos (Don Álvaro o la fuerza del sino, Conversaciones de Ulloa con sus hijos en servicio de la marina, Guzmán el Bueno, La leyenda del rey don Rodrigo, El abencerraje y la hermosa Jarifa). Ha promovido y coordinado encuentros interdisciplinares y diferentes iniciativas literarias. Su actividad poética ha sido lenta y silenciosa. Hace unos años presentó sus Fotos de viaje (número 51 de las “Vitolas de Anaïs”), incluidas después en Cuadernos de arena (Colección "Genil de Poesía", 2008). En este primer libro, impensable sin la doble presencia del mar de Cádiz y del aire de Granada, se aprecia – en palabras de Wenceslao Carlos Lozano – “una indagación de la sustancia del silencio, unida a la voluntad de decir lo que quiere decir sin aspavientos, con rigurosa sobriedad, precisión intelectual y también con un maduro pudor”. Su segundo libro, Cuaderno del cerco de Lisboa -un homenaje transparente a la novela de José Saramago- sugiere, se trata de un doble cerco amoroso en el que la ciudad y la mujer amada se funden en un abrazo cómplice.
Obras:
Muchos de los poemas de este Cuaderno del cerco de Lisboa son poemas en los que el amor a la ciudad y el amor a la enamorada se confunden en un abrazo único, poemas de quien recorre la ciudad llena de tentaciones y destinos posibles con el único fin de volver a sus orígenes. Este amor al amor no es el único que sostiene la poesía de José Pallarés. Su amor a la vida es también muy cierto. Y lo es también su amor a la literatura con entrega total. Tenía que llegar el día en que José Pallarés enseñase sus poemas, ya que toda la vida ha estado enseñando, con generosidad sin sombra, los poemas de los demás. Y sus poemas son íntimos y suceden al aire libre y buscan la mesura y la hermosura y buscan llegar, como debe ser, al hueso. José Pallarés sabe lo que es un poema y cómo hay que hacerlo para que se convierta en poesía.
María Zambrano hablaba de los claros del bosque, o del claro del bosque, un lugar vacío rodeado de vegetación, un lugar más o menos inesperado, un espacio de acceso escondido donde el cielo o la luz también serían un claro, y ese claro del bosque supondría «una respuesta a lo que se busca». Desde esta perspectiva podríamos comprender mejor el propósito de este Claro del tiempo, un libro que es una indagación, la de constatar que en la maraña del tiempo podrán rastrearse cadenas de instantes que, una vez delimitados, darán sentido a lo que aparentemente carece de él. José Pallarés escribió este libro para evitar que el tiempo se nos vuelva ajeno, para que el tiempo y la vida encuentren el claro que los hará permanecer o liberarse, alzar el vuelo, mirar lejos.