Cocorico

Marisa Núñez

El pollito Cocorico quiere que Mamá Gallina le haga un bizcocho y cuando va a buscar la leña para encender el horno se encuentra con el temible Gato Pelado, que maúlla tres veces por cada bocado. Mas no come a Cocorico a cambio de la promesa de este de darle medio bizcocho. Pero aunque el dulce es enorme, como es tan rico, el pollito no resiste la tentación de comérselo todo. Entonces llega el gato buscando su mitad y por más que madre e hijo se esconden en una vasija de barro, el felino los encuentra. Menos mal que al momento huye atemorizado, con un diente roto y un ojo morado, creyendo que se cae la casa cuando Cocorico estornuda rompiendo la vasija.Para celebrarlo, Mamá Gallina hace otro pastel, que cortan -esta vez, sí-, en dos mitades: medio para él y medio para a mamá.
Adaptación a partir de un cuento tradicional birmano editada en formato de álbum en color.

OQO
Ilustración
Infantil
Primeros Lectores