Lo que está y no se usa nos fulminará nos invita a recorrer un territorio humano frágil y en ocasiones trágico que se mueve entre la realidad y un espacio imaginario, no desprovisto de humor, cuyos personajes, vulnerables, perplejos, ridículos, vuelven una y otra vez sobre la posibilidad de lo que podría ser una vida mejor. Pron brinda un estilo pulcro, riguroso, preciso, incisivo, siempre al servicio de su mirada irónica del mundo, en la que reflexiona sobre las vidas de los escritores, la ocasión de hacer de su vida una obra de arte, la necesidad de desaparecer y de dejarlo todo atrás para ser uno con la literatura.