La casa de la Almedina

Alfonso Berlanga Reyes

A esta pregunta que me hago entre la madrugada y el alba: ¿qué es poesía?, tal vez sabiendo lo imposible de la respuesta, en esa secuencia en la cual los instantes se hacen métrica infinita, me atrevo a decir, en voz alta y tranquila, que, después de leer este poemario, un joyel entre Quevedo y Góngora, entre Rilke y Juan Ramón, entre Bécquer y José Hierro, entre Salinas y Guillén, entre Aleixandre y García Baena, entre el intelecto y el sentimiento, entre Neruda y Borges, entre Vallejo y Benedetti, entre Henry Michaux e Ismail Kadaré, entre Ángel González y Valente, entre García Montero y Elena Medel, he hallado, al fin, una definición, quizá abstracta, pero, en el fondo, concreta.La poesía es en este libro de poemas, luminoso y cristalino, orfebre y diamantino, una antología de la semántica y de la emoción, de la música y de la pintura, de la literatura y del arte, de la tradición y de las vanguardias, de la metáfora y de la sinestesia, de la orfebrería y de la palabra, de la semiología y del cine, de la verdad y de la autenticidad, de la lectura y de la sintaxis, de la esperanza y de la ilusión, del tiempo y de la luz, de la ciudad y de la historia, de la búsqueda y del misterio, de la infinitud y del expresionismo, del mar y de la ausencia, de Garcilaso y de Velázquez, del color y del atardecer, del crepúsculo y de la nostalgia, del piano y del saxo, de la guitarra y del violín, de la libertad y de la evidencia, del metalenguaje y de la poética, de la semiótica y del hipertexto, de la entrega y de la pasión, de la paz y del silencio, de la observación y de la lejanía...

Alhulia
Poesía
Adulto

Alfonso Berlanga Reyes