Esta semana os traemos la obra La convalecencia de Luis de Eguilaz.
Dámaso Luis Martínez de Eguilaz y Eguilaz nació en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) en 1830 y falleció en Madrid en 1874. Luis de Eguilaz cultivó prácticamente todos los géneros literarios ya que fue dramaturgo, libretista de zarzuelas, poeta, novelista y colaborador en los principales periódicos de Madrid. Utilizó en ocasiones el seudónimo El licenciado Escribe.
En 1849 marcha a Madrid para estudiar derecho, pero pronto se decide por su vocación literaria, y en especial la dramática que había comenzado a los 14 años con el estreno de su obra Por dinero baila el perro. En 1853 estrena en Madrid la obra Verdades amargas y se coloca entre los autores más populares de la época dentro de lo que se denomina el segundo romanticismo español. En sus obras retrata las costumbres burguesas de la época, ya que entendía el teatro como escuela de costumbres. En 1870 fue nombrado director del Archivo Histórico Nacional por José Echegaray, cargo que ocupó hasta su fallecimiento a causa de la tuberculosis.
La convalecencia es un apropósito en un acto y en verso, escrita al aire libre. Como señala el Diccionario de la lengua española de la RAE, un apropósito es una pieza breve escrita al hilo de un hecho. En la dedicatoria a Antonio García Gutiérrez que precede a esta edición el autor explica el motivo y el destino de esta obra. Estrenada en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, el 7 de diciembre de 1868 se escribió para formar parte de la función para celebrar la revolución de septiembre de 1868 que dio como resultado el llamado Sexenio Democrático. Como cuenta el dramaturgo, en un principio, en una reunión de escritores liberales se decidió que esta loa fuese escrita entre cuatro autores, pero finalmente sólo Luis de Eguilaz se encargó de ello.
El argumento es sencillo: Juan España (alegoría del país) se encuentra convaleciente de una enfermedad largamente arrastrada. La obra arranca con la discusión sobre la conveniencia de que salga del confinamiento de su habitación donde se recupera (la juventud, representada por los hijos de Juan aboga por ello, mientras que el doctor y la hermana de Juan no quieren). Todos piensan además que ocultarle los recientes acontecimientos históricos es lo más acertado. A partir de este planteamiento la obra, llena de situaciones cómicas, nos va mostrando pequeñas pinceladas de la Revolución de 1868 para terminar con una exaltación patriótica y de la libertad. En la obra también se muestran las dudas y los conflictos a la que la nueva situación política llevaba al pueblo, pero siempre con un mensaje de optimismo y esperanza en el cambio.
En nuestro Catálogo de Autores Dramáticos Andaluces encontraréis su bibliografía y un listado de sus principales producciones dramáticas.
Os invitamos a leer esta primera edición de 1868 de esta obra que forma parte de nuestro Fondo bibliográfico y que fue digitalizada por la Biblioteca Virtual de Andalucía.