En 1954 el Ministerio de Información y Turismo a través del Patronato de Información y Educación Popular, y en colaboración con las corporaciones locales, crea los Festivales de España con el fin de difundir por el territorio español “toda la bondad y nobleza que el arte encierra”. De esta manera parques, jardines y plazas de diferentes ciudades -que en ocasiones carecían de una infraestructura cultural elemental- se convertían en escenarios efímeros que posibilitaban a la ciudadanía el acceso a las principales manifestaciones artísticas del momento, según anota el propio programa, siendo “conscientes de que el arte, en cualquiera de sus manifestaciones es, ante todo, un eficaz vehículo de cultura”.

La creación de estos eventos acontece en el momento en que el turismo en España pasó a ser no ya un fenómeno social sino económico, siendo utilizado por el franquismo para contrarrestar el aislamiento autoimpuesto en la década anterior.

Dependiendo de su ubicación, el público que asistía a ellos era también distinto y, también lo era la función a cumplir: los que tenían una proyección internacional, los que tenían que cumplir una función eminentemente turística y aquellos que poseían un alto valor educativo; podemos decir que los festivales se convirtieron en una política de estado en toda regla.

El diario ABC en su edición de Sevilla del 8 de agosto de 1957 refleja “Ayer dio comienzo el Festival de Cádiz que en los magníficos escenarios naturales del Parque Genovés ha abierto su ciclo con la actuación del “ballet” español de Antonio.

A la primera representación asistieron más de 7000 personas que aplaudieron al ballet que encabeza Antonio”. Asimismo, la noticia  referencia la inauguración de la IV Feria del libro en esta misma ciudad y el comienzo de estos festivales en Cuenca y Jaén.