El documento de este mes nos presenta el cartel del fin de la temporada de verano de 1902 del Teatro Circo Eslava, un espacio escénico “de verano” que contaba con escenario, hombros, chácena, almacén de decorados, camerinos y un patio de butacas al aire libre cubierto con lonas, cuyas butacas eran móviles para adaptarse a las necesidades del espectáculo. Fue inaugurado en 1887 y se ubicaba en una parte de los Jardines del Palacio de San Telmo. En 1916 fue derribado y en ese mismo lugar se construirá el Hotel Alfonso XIII.

En su programación el Eslava ofrecía teatro, actuaciones de ópera al aire libre y diferentes espectáculos musicales; posteriormente fue habilitado para espectáculos circenses que obtenían una calurosa acogida entre el público más joven. Julio Martínez Velasco (Aquellos viejos Teatros sevillanos. Memorias de un crítico) reseña que este teatro “fue el más distinguido de la clases acomodadas” y “en consecuencia, fue el que ofrecía una programación más selecta, preferentemente de zarzuela grande y ópera”. Igualmente reseña la información aparecida en la revista Sevilla Teatral donde se manifiesta que “el género de variedades es el que allí impera hoy, y combinado con los números  de atracción mundial que van desfilando, alterna el magnífico Cinematógrafo…”

El cartel que presentamos es prueba fiel de este tipo de programación; como despedida de la compañía se ofrecen cuatro sesiones de una hora de duración en la que se suceden números musicales, circenses, actuaciones estelares internacionales y otros  de variedades cuyos títulos llaman poderosamente la atención: Desfile de D. Alfonso XIII, Llegada de una góndola en Venecia, Estatua magnética, Encierro en el Empalme de Sevilla, Gallina misteriosa y huevos maravillosos, …  En todas las sesiones se repite El Gran Biographe, cuyo tratamiento tipográfico en el cartel es totalmente distinto al resto de la programación; esta diferenciación nos lleva a pensar que se tratara de una breve pieza cinematográfica. Por último es digna de mención la NOTA final por la que la empresa queda exenta de responsabilidad si el espectáculo ha de suspenderse por causas mayores, una vez comenzado, haciendo clara referencia a las inclemencias meteorológicas que pudieran presentarse aún en la estación estival.