Obra de teatro que, desde la realidad, y aprovechando la ficción, analiza la juventud de Luis Cernuda y su relación con Sevilla. Se trata de un homenaje poético, un modo de intentar el acercamiento a Cernuda por otra vía no muy frecuente. Trata sus orígenes y la influencia que en él ejercen la familia, el agobiante entorno ciudadano en el que se forma y desarrolla, y el conocimiento de algo más allá de las fronteras inmediatas. Su asfixiante entorno vital e intelectual, el conocimiento de la tolerancia y el ambiente de libertad exterior, lo llevan a la huida esperanzada, hasta alcanzar, sin embargo, el desencanto de lo que en dicha huida encuentra. Y, sobre todo ello, una niebla permanente que le acompañará hasta la muerte: la tristeza de lo dejado atrás y la convicción de que no merece la pena intentar recuperarlo como es. La realidad, tan lejana al deseo. Y de ahí, la soledad.