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Carrusel de imágenes con fin decorativo de diversos edificios romanos: Reconstrucción 3D del teatro de Códoba, teatro de Carteia y teatro de Itálica.

Romano
Baelo Claudia
Bolonia, Cádiz

Rutas Teatrales - Edificios Teatrales


La ciudad El teatro en la ciudad El Teatro Para saber más ...


LA CIUDAD


En una ensenada natural, abierta el mar, fue fundada la antigua ciudad romana de Baelo Claudia, con una vocación marítima, portuaria y pesquera que aún transmiten claramente su entorno y paisaje actuales. De esta forma, el hoy Conjunto Arqueológico se encuentra enclavado en uno de los parajes más evocadores de la costa gaditana . (Fig.1 - Vista aérea).

(Fig.1 - VISTA AÉREA GENERAL)



(Fig.2 - Vista de la ensenada de Bolonia y de la ciudad de Baelo Claudia desde la Sierra de la Plata, donde se ubica el asentamiento prerromano de la Silla del Papa)



El poblamiento original del área se ha situado en la conocida como Silla del Papa, asentamiento prerromano en altura, en la Sierra de la Plata, que no obstante se adentra en tiempos republicanos (Fig.2 - Ensenada de Bolonia desde la Silla del Papa). En él se ha querido ver el antecedente directo de los pobladores de la Baelo imperial posterior, desplazados al llano. Aquí se estableció una nueva ciudad de claro patrón ortogonal -aunque de forma adaptada a la topografía original- encerrada en una potente muralla, de la que aún quedan notables restos, incluidas algunas de sus principales puertas. A pesar de que las diferencias de cota entre unos sectores y otros no son excesivas, sí se observa una cierta distribución selectiva de los edificios, de acuerdo a una clara intención escenográfica, como es el caso, de los templos de la parte alta del foro y la localización elegida para el propio teatro.

(Fig.3 - Ensenada de Bolonia, al fondo, las costas de África)



La organización de la ciudad tal y como hoy se contempla, parece responder, en buena parte, a la monumentalización que ya comenzó en época de Augusto y se consolidó con su conversión en municipio, a comienzos de época julio-claudianota 1. No obstante, en diferentes puntos han sido documentadas estructuras que informan sobre el asentamiento tardorrepublicano previo, del que, al menos, se tiene la seguridad de que poseía un puerto de cierta actividad internacional y ya se dedicaba a la producción de salazonesnota 2, desde fines del siglo II a.C.

La trascendencia económica y el valor como referente para la navegación de los hitos costeros en la antigüedad harán que la ciudad sea citada en numerosos relatos y descripciones geográficas de la época como las de Estrabón, Plinio el Viejo, Pomponio Mela o Ptolomeonota 3 (Fig.3 - Ensenada de Bolonia). De hecho, el puerto de Baelo debió de ser de gran relevancia en época romana, tanto para el transporte de mercancías como de pasajeros; al parecer, la travesía Tingisnota 4-Baelo era de las más recomendables para atravesar el Estrechonota 2. Esta proximidad a las costas norteafricanas así como las favorables condiciones de tránsito propiciaron, además, un estrecho vínculo entre las poblaciones e intereses de ambas orillasnota 6.

(Fig.4 - Detalle de las infraestructuras para la producción de conservas de pescado en una de las casas del puerto)



(Fig.5 - Recreación de la ciudad de Baelo Claudia)



El hecho, además, de que hacia el interior la ciudad quede prácticamente incomunicada debido a la presencia de una barrera montañosa, viene a consolidar su vida abierta a las posibilidades y recursos que el mar le ofrecía. Así se pone claramente de manifiesto en el barrio costero dedicado a la producción de conservas y salsas de pescadonota 7, tal y como se documenta en la abundancia de piletas fundamentales en estas labores(Fig.4 - Barrio del puerto). No obstante, no faltaba una fértil llanura al interior de la que obtener los también necesarios productos agropecuarios que, incluso, a cierta escala, habrían encontrado salida a los mercados a través del próspero y activo puerto (Fig.5 - Recreación del puerto).

Con la expropiación de lo terrenos en 1970 comenzará finalmente el proceso de excavación y definición en extensión de Baelo Claudia, que se encuentra hoy entre las mejor conocidas y caracterizadas, desde el punto de vista urbanístico, de la Hispania romana. Sin duda, ello ha estado propiciado por la inexistencia de un núcleo habitado posterior sobre ella que, generalmente, tanto condiciona y dificulta la recuperación coherente de datos para el conocimiento de nuestras antiguas ciudades.

(Fig.6 - Plaza del foro)



(Fig.7 - AÉREA GENERAL FORO)



De esta forma resulta paradigmática la configuración del foro (Fig.6 - Plaza del foro). Se trata de una gran plaza diáfana, enlosada, a la que se abren algunos de los principales edificios de representación cívico-religiosa, política y comercial de la ciudad. Allí se encuentran la basílica, el mercado, el tabularium o archivo, así como una posible curia. En el frente, en una posición privilegiada, se levantan cuatro templos. El más oriental, levantado en época flavia, estuvo dedicado a Isis, como han permitido identificar placas votivas (de tipo plantae pedum) dedicadas a la diosa. Los otros tres edificios (Fig.7 - Vista general del foro). exentos, comparten técnicas constructivas y parecen establecer claros vínculos entre ellos que sugieren su consideración como conjunto homogéneo. Ello ha llevado a su interpretación como capitolio, cuya atípica organizaciónnota 8 algunos autoresnota 9 vinculan a la tradición púnica de la ciudadnota 10. El complejo, que parece datar de tiempos neronianos, pudo haber adquirido protagonismo, avanzado el siglo I d.C., en el desarrollo del culto imperial, a juzgar por los fragmentos de escultura recuperados en el sector. El desnivel entre ambos espacios, plaza y templos, fue salvado por medio de dos cuerpos simétricos de escaleras con una fuente entre ambas. Habría que imaginar, especialmente llegando por mar, el imponente efecto de estos edificios de culto en la parte más elevada de la ciudad, sobre una plataforma abierta a la plaza del foro.

No falta tampoco la información sobre los espacios que, en la ciudad romana, hablan de la vida privada de sus gentes. Además del barrio conservero, ya citado, en Baelo han sido documentadas varias viviendas, como las que se abrían al decumano máximo en el tramo de éste que unía el foro con la puerta oeste. Sin duda alguna las necrópolis de la ciudad, objeto de buena parte de aquellas primeras campañas del siglo XX, han proporcionado algunos de los datos más interesantes para la caracterización de los habitantes de Baelo. Las conservadoras prácticas funerarias, tanto relativas a la deposición del difunto como al espacio destinado a la conservación de los restos, parecen poner de manifiesto claros vínculos con las tradiciones norteafricanas de raigambre púnicanota 11.

En las construcciones de la ciudad se empleó, en buena parte, material del entorno, tal y como ha puesto de manifiesto la identificación de frentes de cantera en las localizaciones vecinas de Punta Paloma y Cabo Camarinal. Es muy posible que futuros trabajos de prospección de esta región circundante permitan igualmente caracterizar el territorium de la ciudad, el patrón de asentamiento en el mismo y la naturaleza de las actividades que en él se desarrollaban.

Los primeros indicios de abandono de algunos espacios como el mercado o la basílica parecen ya datar de fines del siglo II d.C. Fue a lo largo del siglo III cuando colapsaron los grandes edificios del corazón monumental de la ciudad, convirtiéndose en vertederos y canteras para el aprovisionamiento de material de acarreo. No obstante, la ocupación más o menos residual de la ciudad continuó durante toda la tercera centuria, en unas condiciones de ruina e insalubridad que cuesta llegar a imaginar, al menos al compararlas con la próspera y ordenada ciudad romana de los siglos anteriores. A mediados del siglo IV comienza a reconocerse una nueva reconstrucción de la ciudad, discreta en pretensiones y acabados, en la mayor parte, tomados de los antiguos edificios abandonados; la propia plaza del foro es ocupada por nuevas construcciones, al parecer, viviendas. Lamentablemente, esta interesante fase tardía de la ciudad no siempre ha despertado todo el interés necesario por parte de los investigadores, más atraídos por la monumentalidad y calidades de la fase altoimperial. Baelo parece haberse convertido en un despoblado ya a comienzos del siglo VII, momento del que datan las últimas cerámicas recogidas en su solar.

(Fig.8 - VISTA CONJUNTO ARQUEOLÓGICO)



El yacimiento ha sido objeto de excavaciones arqueológicas desde las primeras décadas del siglo XX, momento en el que equipos de investigación franceses dieron comienzo a una tradición que, con discontinuidades, se prolonga hasta nuestros díasnota 12 y cuyo testigo ha sido recogido, fundamentalmente, por la Universidad de Cádiz. Fruto de estos trabajos es, desde aquellos primeros años, una colección de monografías sobre diferentes aspectos de la ciudad (la estratigrafía, el macellumnota 13, la epigrafía, las necrópolis, el capitolio, etc.) y dentro de la cual, actualmente, se prepara el volumen dedicado al teatro (Fig.8 - Vista conjunto arqueológico). Baelo Claudia es hoy un Conjunto Arqueológico, dentro del organigrama diseñado desde la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico y Deporte de la Junta de Andalucía; muy recientemente ha sido dotado de un centro de recepción de visitantes.

Nota 1: El hecho de que algunos de los nuevos edificios de la fase julioclaudia se asentaran sobre los escombros de otros inmediatamente anteriores, así como determinadas anomalías estructurales presentes en determinados edificios ha hecho pensar a algunos autores en los efectos de un seismo que habría obligado a la reconstrucción de buena parte de la ciudad, especialmente en el centro monumental. Sillières, P. \(1997\): Baelo Claudia. Una ciudad romana de la Bética, Madrid, p. 57.
Nota 2: Sillières, P. \(1997\): Baelo Claudia. Una ciudad romana de la Bética, Madrid, p. 52.
Nota 3: No obstante, la clave para la identificación de la ciudad de Baelo con los restos actuales, desde el punto de vista cartográfico, ha venido fundamentalmente de las exactas 53 millas romanas que, según el Itinerario de Antonino, la separaban de Gades. A ello, más recientemente se han sumado también evidencias epigráficas.
Nota 4: Actual Tánger.
Nota 5: Siguiendo a Estrabón, Geogr. 3.1.8, Plinio, HN 5.3.7 y Solino, De las cosas maravillosas del mundo, 24.1. Citado todo ello en Sillières, P. \(1997\): Baelo Claudia. Una ciudad romana de la Bética, Madrid, p. 27.', Nota 6: Sirva de muestra, por ejemplo, que ladrillos fabricados en el entorno de Tingis se emplearon en la construcción de los sistema de calefactado de la termas de Baelo\; Sillières, P. \(1997\): Baelo Claudia. Una ciudad romana de la Bética, Madrid, p. 25.
Nota 7: La pesca del atún por medio de almadrabas, especie que debió de estar entre las preferidas en época romana, sigue practicándose aún hoy en poblaciones del entorno de Baelo.
Nota 8: Ya que lo habitual en este tipo de templos dedicados a la Triada Capitolina -Júpiter, Juno y Minerva- será asumir a las tres divinidades en un mismo edificio con tres cellae \(capillas para la imagen del dios\) diferenciadas.
Nota 9: Bendala, M. \(2000\): "Panorama arqueológico de la Hispania púnica a partir de época bárquida", en García y Bellido, Mª P. y Callegarin, L. \(eds.\): Los cartagineses y la monetización del Mediterráneo occidental, Anejos de Archivo Español de Arqueología, 22, pp. 75-88.
Nota 10: Dicho trasunto ha sido también señalado en tradiciones funerarias documentadas en las diferentes necrópolis de la ciudad. Véase Jiménez, A. \(2008\): Imagines hibridae. una aproximación postcolonialista al estudio de las necrópolis de la Bética, Anejos de AEspA, XLIII, Madrid.
Nota 11: Jiménez, A. \(2008\): Imagines hibridae. una aproximación postcolonialista al estudio de las necrópolis de la Bética, Anejos de AEspA, XLIII, Madrid.
Nota 12: Las primeras actividades serán llevadas a cabo por P. Paris y su equipo -en el que se incluía G. Bonsor- entre los años 1917 y 1921. Posteriormente, entre 1966 y 1990 se han desarrollado campañas anuales, a cargo de investigadores de la Casa de Velázquez.
Nota 13: Macellum: mercado.

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