Malaca
Málaga
Rutas Teatrales -
Edificios Teatrales
EL TEATRO EN LA CIUDAD
Para la construcción del teatro se eligió la ladera meridional de una de las dos elevaciones que configuraban la ciudad antigua, ya desde sus orígenes, la hoy colina de la Alcazaba.
(Fig.3 - Vista actual con Alcazaba)
Para contextualizar la posición del teatro en la ciudad es preciso comprender las transformaciones protagonizadas por la topografía de Málaga desde la antigüedad hasta nuestros días. De esta forma, parece haberse abierto una ensenada entre la extremidad sureste del sector donde hoy se levanta el Palacio de la Aduana y el área meridional de la elevación ocupada posteriormente por la catedral. Sus características naturales habrían propiciado la instalación allí de un próspero puerto, al abrigo de los vientos.
El teatro se levantó, por tanto, en la zona en la que se han encontrado algunas de las evidencias más antiguas de ocupación de la ciudad, de época fenicio-púnica. Sobre ellas, se levantaron edificaciones posteriores, como un edificio termal, cuya construcción las últimas investigaciones sitúan en época augustea
. Todo parece indicar, de acuerdo a las propuestas vertidas en las últimas décadas, que se encontraría próximo a otros espacios públicos y representativos como el foro o el puerto
. No obstante, en las intervenciones de los últimos años han sido también documentadas, tanto en el entorno del extremo meridional del
aditus maximus como bajo los jardines de Ibn Gabirol, estructuras de uso doméstico/residencial coetáneas al funcionamiento del edificio teatral
.
Una serie de incipientes datos han llevado a proponer en los últimos años la existencia en el luego solar elegido para la construcción del edificio teatral de un espacio de sacro: quizá un santuario empórico en origen, en torno al siglo IV a.C., vinculado a una divinidad semita femenina que pudo derivar en tiempos romano-republicanos a un culto a la Dea Luna. Este contenido religioso habría sido también determinante en la elección del área para levantar el teatro
.
Con respecto a otros edificios de espectáculo, se ha aventurado, sin aún pruebas, la existencia de un anfiteatro en el entorno de la hoy Plaza de la Merced, a juzgar por los hallazgos de galerías y bóvedas al construir el Hospital de Santa Ana y el Convento de las Monjas de la Paz.
Lo más significativo, en cualquier caso, es constatar cómo el teatro, en su planificación, varió el trazado precedente de acuerdo a un nuevo proyecto urbanístico. A fin de evaluar el alcance de esta monumentalización será preciso reunir nuevos datos -o revisar algunos de los ya existentes- a través de futuras intervenciones en diferentes puntos de la ciudad
(Fig.4 - Vista aérea conjunto Alcazaba-Gibralfaro, años sesenta).
Nota 13: A comienzos del siglo XX, con motivo del parcial desmonte de la muralla islámica se documentaron algunos sillares asociados entonces, por M. Rodríguez de Berlanga, con las infraestructuras del puerto; Rodríguez Oliva, P. (1976): "Malaca, ciudad romana", Symposion de ciudades augusteas, II, Zaragoza, p. 56.
Nota 14: Tradicionalmente este complejo termal había sido datado en época tardo-republicana, si bien a él también parecen asociarse las estructuras más recientemente excavadas en un solar próximo (bajo la Abadía de Santa Ana del Cister) donde los datos son más precisos y remiten a estas cronologías más tardías. Corrales, P. (2005): "Aportaciones de la arqueología urbana para el conocimiento de la Málaga romana", Mainake, XXVII, pp. 120-121; Mayorga, J. y otros (2005): "Evolución urbana de la Málaga romana. Desde sus inicios hasta el siglo III d.C.", Mainake, XXVII, p. 155.
Nota 15: Para los que habitualmente se ha remitido a la colina de la Alcazaba y el área del palacio de la Aduana.
Nota 16: Mayorga, J. y otros \(2005\): "Evolución urbana de la Málaga romana. Desde sus inicios hasta el siglo III d.C.", Mainake, XXVII, n. 55 y fig. 6 en p. 157; Corrales, P. (2005): "Aportaciones de la arqueología urbana para el conocimiento de la Málaga romana", Mainake, XXVII, p. 124.
Nota 17: Corrales, P. \(2005\): "Aportaciones de la arqueología urbana para el conocimiento de la Málaga romana", Mainake, XXVII, p. 120, donde se presentan propuestas de investigadores como B. Mora y J.L. López Castro o P. Rodríguez Oliva.