JAN FABRE
Concepto, coreografía, dirección, escenografía y vestuario: JAN FABRE
Música: DAG TAELDEMAN
Dramaturgia: MIET MARTENS
Solo para MATTEO SEDDA
A lo largo de los años, Jan Fabre, ha creado varios proyectos en solitario para sus intérpretes, incluyendo solos de danza, monólogos de teatro tales como Angel of Death y Another Sleepy Dusty Delta Day (con Ivana Jozic) Preparatio Mortis (con Annabelle Chambon), Quando l’uomo principale è una donna (con Lisbeth Gruwez), Attends, attends, attends... (pour mon père) (con Cédric Charron) y Drugs kept me alive (con Antony Rizzi).
Con esta nueva pieza, Fabre quiere honrar la generosidad de uno de sus guerreros de la belleza, Matteo Sedda, un bailarín italiano que ha sido parte del reparto original y el proceso creativo de Mount Olympus. To glorify the cult of tragedy. A 24-hour performance, y que en la actualidad sigue participando en la gira internacional con esta producción aclamada por la crítica en los últimos cuatro años.
The Generosity of Dorcas es un solo de danza de 50 minutos fascinante y conmovedor. Un escenario negro y oscuro acoge al intérprete. El bailarín se mueve libremente. Encima de su cabeza podemos observar cinco hileras de cuerdas de lana de diferentes colores; cada cuerda termina en una gran aguja que apunta hacia abajo, como un cielo, o una lluvia de agujas sobre la cabeza de Dorcas.
A través de la repetición de varios movimientos seleccionados a partir de la música compuesta por Dag Taeldeman, el bailarín llega a un estado de éxtasis físico y mental, a un trance, mientras que se deja guiar por las ondas de la música. Transportado por el ritual de la danza, el intérprete lentamente transciende y cambia a un estado más elevado del ser, como Dorcas en la resurrección. Dorcas (que es la palabra griega para “gacela”) se describe en el Nuevo Testamento como una seguidora de Jesucristo. Fue principalmente conocida por sus buenas acciones, su caridad y generosidad. Fue muy hábil cosiendo prendas de vestir y entregándoselas a los pobres, sobre todo a las viudas. Cuando murió tras una enfermedad desconocida, el apóstol San Pedro la resucitó de entre los muertos y se convirtió en la primera mujer discípula.
Esta es la sexta vez que Jan Fabre colabora con el músico y compositor Dag Taedelman, en cuya creación, de 50 minutos, el ritmo paulatinamente se vuelve más y más rápido. Con tambores sonando constantemente, sensuales solos de bajos y diversas voces, la pieza va in crescendo hasta alcanzar un clímax agitado y grandioso.