Calle Cerrojo, Nº 5 - 29007, Málaga
(Conservatorio Profesional y Superior de Danza, junto a la Iglesia de Santo Domingo).
ALBERTO CORTÉS Y ANDREA QUINTANA
Hollywood:
1. Emborrachamiento de la narrativa habitual.
2. Estado de irrealidad de las cosas.
3. Archivo dañado.
Hollywood es una trampa en bucle donde la repetición puede colocarnos en dos lugares, en el acierto o en el error. Esta obra elige hackear el escenario para devolverlo al error. Sobre el escenario dos actores doblan una escena de cine en la que ha muerto una chica, en realidad una excusa para que Andrea y Alberto puedan reflexionar sobre los conceptos de triunfo/fracaso.
Ser capaces de no-hacer-algo-inmenso.
Las reflexiones sobre qué es triunfar y cómo triunfar se disparan desde los micrófonos de nuestro escenario. Se han empeñado en marcar nuestra carrera con la palabra “triunfo”, palabra trampa que se hace jaula y pistoletazo de salida. Buscamos el archivo dañado como símil. Somos individuos de personalidad fragmentada y rota buscando una forma de existir en la escena: una yuxtaposición de imágenes que conforman otra nueva, un universo que no deja de crecer para ser luego destruido y reconstruido de nuevo. El error del archivo (la memoria, los recuerdos, las ideas asentadas, los caminos a seguir, la trama de una película que recordábamos) como estado natural de las cosas y su contaminación física sobre el cuerpo. Estos errores e interferencias atraviesan nuestra narración; son perforaciones que rompen la historia, la completan, la descuartizan o sugieren otras. Interferencias en nuestro archivo madre que conforman la identidad de Hollywood: estrellas rubias perdidas en un bosque de noche, aullidos de lobos, cadáveres que no dejan de aparecer para morir continuamente. Una entrevista, una orquesta, fuegos artificiales, dos lobos.