OCHO es una clase de teatro, del teatro del día a día, del teatro que se esconde en un teatro, del teatro que se orquesta para alcanzar cotas de poder. OCHO juega al teatro de la política, al teatro de las empresas, de los consejos de administración, donde todo vale para conseguir una porción más de tarta.
OCHO es un reflejo de las estrategias del cambio. “El cambio”, ese concepto al que se agarran, año tras año, diferentes líderes políticos o de opinión. “El cambio”, esa promesa permanentemente incumplida. “El cambio” al que la sociedad se aferra para no dejar de creer en nuestro sistema de sociedad civilizada, libre y democrática.
Dos políticos se encuentran en un viejo teatro abandonado, es una reunión secreta, a ELLA le faltan OCHO votos, y EL debe conseguirlos. Durante una hora, van a preparar las diferentes estrategias que utilizaran con cada uno de estos votantes. ¿Qué estrategias utilizar con cada uno? Esa es la clave de la representación, OCHO votos, OCHO políticos, OCHO debilidades, OCHO fueron los pecados capitales: Gula, Avaricia, Lujuria, Envidia, Vanidad, Ira, Pereza y Soberbia. ¿”El cambio” es real?
OCHO