Hay legados que son eternos. Un buen ejemplo es el arte, que lejos de perderse en el tiempo, adquiere valor y presencia con la solera que dan los años. La creación escénica, en concreto, da buena muestra de ello. Se sigue estudiando a Shakespeare; ‘Esperando a Godot’ sigue estando en las carteleras de medio mundo y La Zaranda sigue recorriendo salas, compartiendo textos y sabiduría. A veces necesitamos la perspectiva que da ese “mirar hacia atrás” para valorar cuánto bien hace en la sociedad el arduo pero gratificante trabajo de los creadores y creadoras. Sin duda, Andalucía tiene buena cantera para ello.

El Teatro Alhambra, perteneciente a la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, a través de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, lleva años trabajando para que en la memoria, no solo de los andaluces y andaluzas, sino de las personas de toda la geografía nacional y por qué no, internacional, queden aquellas imágenes y emociones que se viven desde el patio de butacas y que el papel no puede reflejar.

Desde las instituciones tenemos la obligación de ser el vehículo entre artistas y espectadores para hacer permanecer en la memoria colectiva el trabajo de la creación escénica. Nos guía el firme propósito de enriquecer a la sociedad a través del encuentro con el arte.

Es nuestro deber, como garantes de los medios públicos, crear los nexos necesarios para que la apreciación del acto escénico sea un hecho y del mismo modo situar a Andalucía como lo que es: centro de la excelencia artística.

Tenemos como prioridad fortalecer el tejido profesional de nuestra tierra para que el potencial de Andalucía sea motor e inspiración en el resto del mundo. Esto no es posible sin la mitad de la ecuación, sin la que el resultado no tendría lugar: los espectadores, porque sin alguien que escuche, de nada sirve lo que otros tengan que contar.

Nuestro compromiso es seguir la estela de las recientes temporadas en las que el Teatro Alhambra ha dejado de ser sujeto pasivo en la creación para tomar parte en la educación artística y cultural, haciendo del espacio escénico granadino un lugar amable, abierto y accesible en el que el arte sea el medio y no el fin.

Arturo Bernal Bergua

Consejero de Turismo, Cultura y Deporte

Junta de Andalucía