De Félix Lope de Vega y Carpio

Dirección y recreación: Paco Mir y Maluquer

Con Amparo Marín, Manuel Monteagudo, Paqui Montoya y Moncho Sánchez-Diezma

El ex-Tricicle Paco Mir trae al Alhambra la divertidídsima versión de El perro del Hortelano con la que obtuvo el Premio Lorca a la mejor adaptación teatral.

La búsqueda de alternativas a palabras en desuso, formas gramaticales obsoletas y referencias que, a día de hoy, han dejado de serlo facilita la comprensión de un texto al que, sin embargo y magistralmente, se sigue siendo rigurosamente fiel.

Esta versión de El perro del Hortelano entra en el género del “teatro dentro del teatro” ya que, al tiempo que se representa la comedia de Lope, desarrolla una fina y amable sátira sobre el mundo de las compañías en gira. Es un estupendo espectáculo hecho para el humor. Comedia y enredo que introducen al espectador en una atmósfera tremendamente divertida.

Su factura más corta que la original, y que otras versiones también reducidas, obedece más a facilitar el desarrollo de una segunda trama que a la voluntad de hacer una versión exprés.

Dicha trama secundaria está protagonizada por dos técnicos de la compañía: por un error incomprensible, el resto de la formación va camino de Lugo para interpretar un Divinas Palabras, mientras que los dos técnicos, inasequibles al desaliento y empeñados en llevar la máxima ‘the show must go on’ a sus últimas consecuencias, pondrán en escena El perro del Hortelano con la ayuda de dos actrices locales familiarizadas con la obra. Según el director “ellos, a diferencia de los actores, que sólo se saben sus separatas, conocen la función de arriba abajo”.