Inés Bacán, biznieta de Pinini, hija del Chache Bacán, sobrina de Fernanda y Bernarda de Utrera y prima de El Funi o El Lebrijano, aporta su cante primitivo y depurado, emocionando con su capacidad de transmisión; Dolores Agujetas, procedente de una de las más importantes dinastías jerezanas, ofrece su arte, fruto de una herencia aquilatada en la que está plenamente presente todo el valor del cante flamenco de su tierra; María Peña, emparentada con Inés, aporta la tradición cantaora de Utrera, ya que pone especial énfasis en mantener la escuela de este territorio; y Carmen Ledesma, alumna de Enrique El Cojo, su expresividad armoniosa y sintética, en la que se encuentra la esencia del baile flamenco.