Nov
09
21:00

Idea original, coreografía e interpretación: Lucía Vázquez.

Música, espacio sonoro, voz e interpretación: Miguel Marín Arbol.

Arte, texto, voz e interpretación: Julia Llerena.

Voz en japonés: Eri Makino

Iluminación: Benito Jiménez.

Vestuario: Atelier3.

Herreria: Francisco Javier Dastis

Fotografía: Marta Rubio.

Vídeo: María Arteaga.

Distribución: Lucia de Franchi.

Comunicación: Ángela Gentil (Surnames)

En coproducción con el Centro Coreográfico Canal, Teatros del Canal, Comunidad de Madrid y programa de residencias artísticas, Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, Junta de Andalucía.

Duración: 50 minutos

Danza, música y arte contemporáneo que sumergen al público en una experiencia sensorial de 360 grados.

 

Las cualidades plásticas del cuerpo, el sonido y el espacio escénico confluyen en Further Thoughts (Pensamientos Adicionales), un espectáculo total para el que la bailarina Lucía Vázquez se alía con el músico Miguel Marín Arbol y la artista Julia Llerena, dando forma a una obra que se nutre tanto de lo físico como de lo poético. Tres de los más audaces creadores del panorama nacional cruzan sus lenguajes en una propuesta narrativa sin precedentes ni etiquetas, en la que coreografían sus pensamientos más íntimos y profundos para construir una narración vibrante, libérrima e inspirada en una de las tradiciones del arte japonés.

 

La coreografía ideada por Lucía Vázquez para estos Pensamientos adicionales se fusiona orgánicamente sobre el escenario con el espacio sonoro cuadrofónico, envolvente, diseñado por Arbol y la instalación artística de Julia Llerena, compuesta de materiales resistentes como el hierro, el cobre, el cristal o la porcelana. A esa resistencia, cuya concreción realza la iluminación de Benito Jiménez, se enfrentan los cuerpos de los tres autores-intérpretes. A través de sus gestos bailan, dialogan y ponen en acción la música construida en directo a base de loops y los textos recitados en off (al estilo spoken word), para ofrecer una visión multidisciplinar e insólitamente diversa de la danza contemporánea, que desdibuja sus límites y los del espacio escénico.

Inspiración zen

Siguiendo la fuerte influencia japonesa en la trayectoria reciente de Lucía Vázquez (quien estuvo cuatro años afincada en Tokio y desde entonces ha colaborado con artistas como Saori Hala, Nobuyoshi Asai y Satoshi Kudo), Further Thoughts (Pensamientos Adicionales) se inspira en el espíritu zen de la pintura nipona y en la técnica «sumi-e» desarrollada en el siglo XIV, que aspira a la sobriedad de la pieza de arte en unos pocos trazos guiados por la atención plena al momento presente. Las supuestas limitaciones o la sencillez aparente de este modo de entender la creación desvían el foco, en cambio, hacia la riqueza de la vida interior, donde según esta tradición se hallaría la satisfacción y una forma de perfección que, aun melancólica en su aislamiento de lo externo, permite distanciarse de lo accesorio, lo ornamental.

 

Con esa filosofía y como si partieran de un lienzo en blanco, no vacío sino lleno de posibilidades, los tres artífices de Further Thoughts (Pensamientos Adicionales) plasman sus ideas con total implicación y sinceridad. La narradora de este relato reflexivo es una mujer en la treintena, pero podría ser cualquier persona en cualquier momento de su existencia, pues en estas nuevas coordenadas la percepción del tiempo también es distinta: “Los recuerdos inventados aparecen con los ojos cerrados y los pensamientos futuros acaban por morderlo todo. Los recuerdos te tocan la frente, se meten por la boca y los oídos, te recorren el cuerpo. Y de repente puedo ir, no sé a qué lugar puedo ir y verme en lo oscuro, con pequeñas luces alrededor, oyendo un idioma que no es el mío, volviendo a cuando estaba en el futuro, pero desde el pasado”.

 

Trayectorias cruzadas

 

Lucía Vázquez se formó como bailarina clásica con maestros del Ballet Nacional de Cuba y con Carmen Roche, y más tarde en el Centro Andaluz de Danza bajo la dirección de Blanca Li, primero en la especialidad de ballet clásico y después en la de danza contemporánea. Intérprete inquieta y exploradora nata, destaca por su precisión técnica y una enorme variedad de registros, donde lo formalmente sencillo conlleva una gran significación. Ha convertido su trayectoria reciente en una constante investigación en torno a otras disciplinas, formatos y lenguajes como lo audiovisual o lo textual, que incorpora (en sentido literal: al propio cuerpo) en su danza del modo más natural posible. Reconocida en los últimos años por galardones como los Premios Escenarios de Sevilla, los de la Asociación de Profesionales de la Danza de Andalucía, los Premios Lorca de las Artes Escénicas, o el Premio del Festival NDA de Seúl, a día de hoy está considerada una de las figuras más influyentes de la danza contemporánea española. Sus obras se han representado en festivales de Japón, India, China y Corea del Sur, entre otros países.

 

Miguel Marín Arbol—con el que Vázquez estrenó previamente el montaje About Bunny— es un prolífico compositor musical que se dio a conocer, en la década de 1990, como integrante de Piano Magic, una de las bandas más reputadas del indie británico y con la que firmaría la banda sonora de la película de Bigas Luna Son de mar (2001). En ese punto, su carrera vira hacia la música para cine, danza y la experimentación en el diseño de sonido, sobre todo a través de su proyecto en solitario Arbol, para el que graba hasta cinco elepés y actúa en numerosos festivales internacionales como OFFF o Sónar. En los últimos años se especializa en la colaboración con compañías de danza contemporánea, de dentro y fuera de nuestras fronteras, como las de Thomas Noone, Erre que Erre, Cecilia Colacrai, Company Chameleon, Teresa Navarrete, Carlos Acosta, Victor Zambrana y Guy Nader & María Campos. Además, continúa colaborando con otros artistas y músicos como el cantaor Tomás de Perrate, componiendo para cine y diseñando instalaciones sonoras específicas como el Pabellón de España de la Expo Shanghai o la Galería Senda para Arco. Por su tendencia a enfrentarse a los géneros escénicos más diversos, Marín es un nómada artístico de amplia paleta sonora, un laboratorio unipersonal de paisajes acústicos que combina la experimentación electrónica con el timbre de instrumentos recuperados como el ukelele, el glockenspiel o las cajas de ritmos.

 

Julia Llerena estudió Bellas Artes a caballo entre Sevilla, Barcelona y Florencia, y más tarde realizaría un máster de Investigación en Arte y Creación por la Universidad Complutense de Madrid, ciudad en la que reside desde entonces. De forma reciente ha expuesto su obra en galerías como la de Sabrina Amrani en la capital española, Cibrián en San Sebastián, Fresh Window en Nueva York, Blueproject Foundation de Barcelona, FACBA de Granada y Sala Santa Inés de Sevilla, además de participar en numerosas muestras colectivas, algunas de las cuales han tenido lugar en países como Colombia o Japón. Entre las becas y premios que ha obtenido destacan los de Obra Colección DKV, Laboratorio Brecha de México, Instituto de la Juventud de España o Circuito de Artes Plásticas. Entre sus temáticas preferidas se hallan la percepción del tiempo y la memoria, la acotación de espacios infinitos y su falsa apariencia de habitabilidad, y el vacío como posibilidad de ser y de originar experiencias ilimitadas en base a la intuición.

 

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