El Albayzín es uno de los barrios más emblemáticos de Granada así como Morente es uno de los apellidos que con gran frecuencia y orgullo ha llevado el nombre de la bella ciudad andaluza alrededor del mundo. Tiene cierta lógica y hasta poesía que José Enrique Morente Carbonell, de nombre artístico Kiki Morente, haya elegido para su debut discográfico precisamente el título de Albayzín.

Conviven en este trabajo dos biografías del cantaor granaíno, la artística y la vital, y ambas están muy presentes desde la primera escucha. El disco suena a Granada por los cuatro costados, y cuenta Granada desde un lugar en el que se conoce y respeta profundamente la tradición al tiempo que se mira sin complejos al presente y al futuro: Albayzín es un disco de cante clásico de un cantaor contemporáneo. Pocos discos de flamenco (y ya no digamos de debut) cuentan con un elenco de guitarristas como el que encontramos en Albayzín, geniales todos pero escogidos además con gran esmero para cada cante. Y como no podría ser de otro modo, la primera guitarra que suena en el álbum es la de un maestro absoluto acompañando al cante. Juan Habichuela le toca a Kiki en una granaína por Cepero y el Flecha, con una letra “que le gustaba mucho al tío Juan”. La alianza Morente – Habichuela (básica para entender la historia del flamenco de los últimos cuarenta años) templada y rotunda más allá de generaciones. Juan Carmona “Camborio” y Estrella Morente (coproductores de Albayzín junto a Kiki) propusieron incluir en el disco el siguiente corte, la “Bulería a Vallejo”: “un homenaje a uno de los grandes y a un cantaor que personalmente me gusta mucho” en la que el propio Camborio ejerce de tocaor, “pocos como él conocen tan bien lo clásico y lo más moderno en la guitarra flamenca”.

Siguen los “Tangos del Albayzín”, “una letra que empezó siendo un homenaje a mi padre y acabó siendo un recorrido geográfico y sentimental por el barrio, una historia que refleja perfectamente la calle, el color, el aire del Albayzín. Aquí me toca Juan Habichuela Nieto, un guitarrista que es parte muy importante de mi formación personal y artística, hemos compartido mucho.” Granada pura y dura. “El Fandango de Huelva es un estilo que siempre se ha cantado mucho en mi familia, lo hemos cantado todos con asiduidad”. Acompaña a Kiki en los fandangos (de Enrique Morente) el genial guitarrista onubense Juan Carlos Romero, “tiene una afinación que no es normal, y conoce muy bien estos fandangos de mi padre”. En la soleá aparece otro maestro de maestros de la guitarra flamenca, Pepe Habichuela: “el tío Pepe es la guitarra total. Esta soleá, que grabamos en directo, es muy de Granada y muy Morentiena, muy Morente – Habichuela, marca de la casa”. Sobre letra de Lope de Vega compuso el excepcional guitarrista de Triana Rafael Riqueni el principio de las “Sevillanas” (pensadas originalmente para Enrique Morente), una de las piezas más originales del álbum. Riqueni y Kiki acabaron de componer la música, y es el propio maestro sevillano el que acompaña al joven cantaor en esta ocasión: “Rafael tiene una relación muy especial con toda mi familia, su amplitud de miras, su sensibilidad, su trabajo en paralelo de la guitarra clásica y la flamenca, y su estudio y desarrollo de la armonía le convierten en un músico único”.

Nada menos que Diego del Morao es el encargado del toque en la “Bulería” de Jerez: “queríamos hacer una bulería en directo para captar el soniquete, el aire de Jerez, y para eso contamos con dos puntales de la escena jerezana, Diego y El Bo, además de un elenco de fenómenos del compás que es muy difícil encontrar en cualquier otro lugar”. La conexión Granada – Jerez en todo su esplendor, con letras de Estrella, Kiki y un famoso estribillo final de Enrique. El polo es uno de los cortes más personales del disco, con un arreglo de Montoyita (que también toca la guitarra) y Kiki Morente a partir del polo de Tobalo (inspirados en el cante de Pepe de la Matrona), tradición y contemporaneidad: “queríamos darle un color nuevo, fresco, poner un pie en la actualidad, en mis inquietudes artísticas más allá del cante clásico; es un cante que siento muy propio”. “Flamencos” es una rumba en clave de tangos homenaje a dos grandes parejas de cantaores y tocaores, con Camborio y Josemi Carmona al toque, “nuestro cariñosa dedicatoria a Paco de Lucía y Camarón de la Isla y a la alianza Morente – Habichuela; hay cantes y toques de los cuatro genios repartidos en estos tangos, unos tangos que les cantamos toda la familia, para disfrutar y disfrutarlos, en clave festera y con mucho color”. Y el círculo se cierra como se abrió, con el maestro Juan Habichuela poniendo el broche de oro por Levante, con Kiki peleando un cante exigente y dramático, monumental en su sobriedad. A estas alturas sobran las palabras y la moneda de cambio es la emoción: pocas veces el diálogo entre pasado, presente y futuro resultó en una obra tan concisa como verdadera.