De PHILIPPE CLAUDEL Traducción: SERGI BELBEL Dirección: GUY CASSIERS Con LLUÍS HOMAR

UNA HISTORIA PARA HABLAR DE LA CONFUSIÓN EN LA EUROPA DE HOY.

Perteneciente al grupo de los principales pioneros de teatro europeos, Guy Cassiers es propietario de un lenguaje teatral singular; un lenguaje que une la tecnología visual con la pasión por la literatura. Muy apreciado tanto dentro de su propio país como internacionalmente, en los últimos años, el director belga se ha concentrado en las relaciones complejas entre el arte, la política y el poder.

Considerado como uno de los creadores teatrales más innovadores de Europa, ha obtenido numerosos reconocimientos a nivel internacional, como el Premio Thersites de la crítica flamenca en 1997, el Premio Ámsterdam de las Artes y el premio del festival berlinés SpielzeitEuropa en la categoría de nuevas realidades teatrales en 2009 y, junto con Ivo van Hove, un doctor honoris causa por sus servicios a la sociedad otorgado por la Universidad de Amberes.

En La nieta del señor Linh, Cassiers combina todos los aspectos visuales de sus espectáculos con el trabajo actoral del gran Lluís Homar, actor y director de teatro, cine y televisión, que ha participado en numerosos espectáculos teatrales, especialmente en el Teatre Lliure de Barcelona, del cual fue cofundador en 1976 y director artístico entre 1992 y 1998. Destacan, por citar solo algunas de sus obras, las interpretaciones en Hamlet, en la que desempeñó tareas de actor, director y coproductor, Las tres hermanas, de Antón Chéjov, Don Juan y El misántropo, de Molière, El héroe, de Santiago Rusiñol, Tiburones de David Mamet y Los gigantes de la montaña, de Luigi Pirandello.

Con La nieta del señor Linh, este tándem aborda el tema más que actual del refugiado, uno de los grandes retos a los que se enfrenta Europa en este momento.

Solo sobre el escenario, Homar interpreta todos los papeles del montaje (el narrador, el señor Linh y el señor Bark) y juega con todos los recursos escénicos: acción dramática, palabras, imágenes, música, sonido, proyecciones... llevando a escena una historia sobre la soledad y el anhelo de comunicarse con los demás.

Estamos ante una producción sobre la fuerza de la imaginación y la representación, con un color y una atmósfera únicos.

Lluís Homar lo ha vuelto a hacer. Él solo representa todos los papeles de una fábula que nos descubre un mundo a partir del mapa sonoro que él mismo dibuja en directo. (...) Corran a ver el montaje, un prodigio técnico y sensible donde el tono sostenido del Homar pausado y lento, nos habla de la vida y de la muerte, de los baches terribles y las leves esperanzas. Josep Maria Fonalleras, El Periódico.