Teatro Central Sala B
Calle José de Gálvez, 41092 Sevilla
NAO ALBET / MARCEL BORRÀS
Creación y dirección: Nao Albet y Marcel Borrás Con Irene Escolar, Ricardo Gómez, Manel Sans y los creadores.
Con la colaboración del Institut Ramon Llull. Lengua y cultura catalanas.
UN ESPECTÁCULO SOBRE EL DINERO, LA MALDAD Y LA CORRUPCIÓN CON LA GUERRA DE SIRIA AL FONDO.
PREMIO DE LA CRÍTICA 2015 AL MEJOR TEXTO TEATRAL.
Mammón es, para mi gusto, la pieza más redonda, mejor escrita, y más imaginativa de Nao Albet y Marcel Borràs. Una obra en la que dos narradores comunican que Mammón no va a representarse, y lo que viene acto seguido es una obra nueva que cuenta el porqué, alternando filmaciones, entradas de diario y acción “real” con diversos puntos de vista y flashbacks dentro de flashbacks, con un ritmo endiablado y una fluidez constante, con toneladas de humor y vitalidad. Mammón comienza en Siria, pero el macroproyecto se queda sin la pasta del Burgtheater, de modo que Albet-Borràs, cada vez mejores intérpretes, se convierten en personajes y viajan a Las Vegas para jugarse el dinero del Lliure a la ruleta y meterse todo lo que pillen. La propuesta podría desembocar en una jarana a lo Tarantino, clarísimamente homenajeado en la penúltima escena, pero hay más capas de lo previsto: Mammón me hizo pensar en un Resacón en Las Vegas (de coca, de whisky, de peyote) con Bolaño y Wes Anderson en el guión.
Así hablaba Marcos Ordoñez de esta pieza en su crítica de El País, tras su estreno en el Teatre Lliure, para acabar recomendando que nadie se la perdiera. Esto ha hecho que los dos creadores, directores y actores -a Nao ya lo vimos de la mano de Rigola en El público- del espectáculo hayan decidido recuperarlo para hacer una pequeña gira nacional en compañía de otros, entre los que encontramos a una de nuestras actrices fetiche: Irene Escolar.
Pero ¿de que va Mammón?
Disputas de odio y sangre anhelando supremacía, todos yaceréis muertos sobre el fango cuando el sol despida el día.
Cerca de la antigua Khalpe (el actual Alepo), en el centro de un valle lleno de cuevas rebosantes de piedras preciosas, dos familias conviven en armonía, admirando la belleza natural de estos minerales como los niños contemplan los andares de un caballo: sin querer dominar sus huellas. Pero con la llegada de un hombre misterioso, la paz se ve alterada y aparecen odios y rencores entre los herederos de cada familia.
“Mammón”, que en arameo significa “riqueza” y en hebreo “tesoro”, es para los cristianos el diablo de la avaricia y era para los fenicios el Dios de la bonanza. El relato mitológico de esta figura es utilizado para abordar la cuestión de la actual Siria, un país inmerso en una de las guerras más crueles de nuestro siglo.