Música: Fabrizio Cassol a partir del Réquiem de Mozart Puesta en escena: Alain Platel Director musical: Rodríguez Vangama 

Espectáculo para 14 intérpretes-músicos-bailarines. 

Con la colaboración del Gobierno de Flandes

ESTRENO EN ESPAÑA

ACOMPAÑADOS DE CATORCE MÚSICOS/BAILARINES ALAIN PLATEL Y FABRIZIO CASSOL INYECTAN NUEVA VIDA AL RÉQUIEM DE MOZART. TODOS ELLOS NOS OFRECEN UNA CELEBRACIÓN SORPRENDENTE DE LA MUERTE.

Al comienzo, según Cassol y Platel, no tenían una idea preconcebida sino una intuición que debían compartir: abordar dulcemente ese tabú que es la muerte, partiendo del Réquiem inacabado de Mozart.

En este Réquiem para L., el compositor Fabrizio Cassol ha reunido a músicos provenientes de diferentes continentes para fusionar sus influencias personales con el jazz, la ópera y la música africana popular. Alain Platel, por su parte, se dedica a explorar y transponer física y visualmente, con la colaboración de los intérpretes, los temas de la muerte y los ritos del adiós.

Tras Coup fatal -espectáculo presentado en el Teatro Central en abril del 2015- esta nueva creación del tándem Cassol/Platel conjuga diferencia y mestizaje en una celebración temeraria aunque gratificante de la vida. Un concierto puesto en escena que nos ofrece una nueva forma de ceremonia del duelo, revisitando una partitura mítica y nuestra relación con la muerte.

El tratamiento que Platel hace de tan delicado asunto -la muerte- es épico, pero respetuoso.

Uno puede contemplar esta visión fuera de lo común del Réquiem de Mozart como una especie de fiesta de duelo, a veces solemne y ceremoniosa, pero también alegre y animada. En el vestuario del elenco predomina el luto. La mayoría llevan botas de agua (presagiando un apoteósico zapateo sobre esas tumbas). Su musicalidad es magistral, liderados por un trío de vocalistas de formación clásica en yuxtaposición a los tres enjutos cantantes africanos con estilos menos rígidos musicalmente hablando. The Times.

¿Es una fiesta este Réquiem? Sería mejor decir que nos encontramos ante una reflexión dulce sobre la muerte que nos acecha y ante un respetuoso homenaje a L., la mujer agonizante presente en todo momento en la proyección que preside el espectáculo. Un respetuoso homenaje a ella y a todos nosotros.