De WILLIAM SHAKESPEARE Dirección, dramaturgia y espacio escénico: RICARDO INIESTA Con CARMEN GALLARDO, MARÍA SANZ y RAUL VERA, entre otros.

CON 24 ESPECTÁCULOS A SUS ESPALDAS, ATALAYA PONE EN ESCENA REY LEAR, SU SEGUNDA ADAPTACIÓN Y PUESTA EN ESCENA SOBRE TEXTOS DE WILLIAM SHAKESPEARE.

EN UN AÑO EN EL QUE SE CONMEMORAN LOS 35 DEL GRUPO Y LOS 10 DESDE QUE RECIBIERA EL PREMIO NACIONAL DE TEATRO.

Esta vez Ricardo Iniesta aborda la que, según muchos estudiosos, supone la más lograda de todas las piezas de Shakespeare, lo que equivaldría a decir de todo el teatro universal; si bien durante siglos estuvo semiproscrita por su dura crítica a los poderosos, lo que, le imprime plena vigencia en nuestros días.

Estamos ante el Shakespeare con mayor madurez, pero también con mayor sensibilidad social y humanismo, sin duda, de una tremenda modernidad.

Podría parecer que sus palabras fueran escritas por un filósofo revolucionario contemporáneo, pero su forma es de tal belleza poética que se sitúa en otra dimensión que el resto del teatro universal.

Atalaya aborda esta joya tras el éxito que supuso Ricardo III, uno de sus espectáculos más premiados y alabados por la crítica; del cual expertos en Shakespeare aseguraron que parecía haber sido producido en Inglaterra, por su tono interpretativo y por sus logradas atmósferas.

Desde aquel montaje el equipo estable de actores ha encarnado muchos otros personajes del teatro universal, pero especialmente han resultado valiosos para su crecimiento artístico Celestina, Madre Coraje y Marat/Sade, un crecimiento que alcanza su cénit en Rey Lear, que viene como anillo al dedo al momento álgido que vive Atalaya.

Rey Lear se basa en un cuento popular que aparece incorporado a la historia antigua de Inglaterra desde el siglo XII. Cuentan las crónicas que el viejo Lear quiso conocer el grado de afecto de sus tres hijas para designar como sucesora a quien más le quisiera. Dos se deshicieron en halagos y la menor le contestó que le quería como padre y nada más. Le pareció poco al rey, por lo que la castigó. El tiempo y las peripecias vendrían a demostrar más tarde que era la única digna del trono al que, por fin, accedió tras una guerra con las hermanas.